Hace 3 años, el 25 de enero de 2019, a las 12:28 del mediodía, la Represa I de la mina Córrego do Feijão, a cargo de la empresa VALE S.A. colapsó. Contenía 12 millones de metros cúbicos de lodo con residuos tóxicos que se derramaron sobre #Brumadinho y siguieron su cauce por el río Paraopeba y el río San Francisco.

Este derrame de lodo mató a 272 personas, 11 de las cuales permanecen desaparecidas; afectó decenas de pueblos y ciudades, además de Córrego y Brumadinho (las más cercanas), porque a lo largo de los ríos se fue contaminando esas aguas y afectando los recursos para subsistir de la pesca artesanal, del turismo, de la agricultura. Los impactos socioambientales son incalculables por su magnitud, pero el MAB estima que al menos un millón de personas han sido afectadas por el peor crimen ambiental en la historia de Brasil.

Pocos días antes de cumplirse el tercer aniversario de Brumadinho, las lluvias y deslizamientos de taludes en localidades como Ouro Preto aumentaron el miedo a que se repitan estas calamidades evitables en otras presas de Vale. La segunda empresa minera del mundo sigue omisa ante las advertencias de colapso que pesan sobre 36 de sus represas con método de “alteamento a montante” (enderezamiento ascendente) en Minas Gerais.

La presa Doutor en el distrito Antônio Pereira de Ouro Preto tiene nivel de riesgo 1; está construida con “montante” y es propiedad de Vale. El 10 de enero, ante el avance de fuertes lluvias en la zona, la jueza Ana Paula Pereira ordenó evacuar en forma inmediata a cinco familias que habitan la Zona de Autoevacuación de la presa Doutor. Cuando el talud del cerro Morro da Forca en Ouro Preto se deslizó el 13 de enero dañó casonas históricas pero no hubo que lamentar víctimas fatales. Sin embargo, a la fecha, en Minas Gerais hay al menos 374 ciudades en estado de emergencia y más de 31 mil personas evacuadas (al menos 1500 en Brumadinho).

«MONTANTE»

Esta técnica de construcción de presas de residuos mineros fue utilizada en Córrego do Feijão (de Vale) que se rompió en 2019 en Brumadinho, en Fundão (de propiedad de Samarco / Vale / BHP Billiton) que se rompió en 2015 en Mariana, y en Doutor (propiedad de Vale) que colapsó este13 de enero en Ouro Preto, así como en otras 40 represas mineras en riesgo de colapso.

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Un día después del tercer aniversario de Brumadinho, Radio Mundo Real entrevistó a Leticia Oliveira, integrante de MAB/Minas Gerais, para conocer cómo el movimiento llevó adelante las conmemoraciones en esta fecha y cómo sigue la lucha por la reparación de las y los afectados:

«El tercer aniversario de Brumadinho fue con mucha lucha, pero también con mucha dificultad de la gente para participar, debido a que muchas estaban afectadas por las inundaciones, que causaron muchas pérdidas en las casas y las carreteras estaban colapsadas. Pero además, las inundaciones hacen que el lodo tóxico minero se meta en las casas porque la empresa lo quitó del río, el río crece por las inundaciones y entra en las casas».

También hay mucho miedo de las personas de que otras represas se rompan debido a la lluvia. De hecho, el 8 de enero un dique pequeño colapsó, lo que muestra “cómo la situación de seguridad sobre las presas mineras es muy seria», dijo Oliveira.

Actualmente en Brasil hay 40 presas en alto riesgo de rompimiento: 36 están en Minas Gerais y 29 son de la empresa Vale.

En Ouro Preto es donde hay más represas con la técnica de ‘montante’ y «deben ser desactivadas para cumplir con la ley de Minas Gerais, que ordena esto todas las presas construidas con ese método», aclaró Oliveira, quien alertó sobre cómo los proyectos mineros se han expandido en los alrededores de las áreas urbanas y rurales o incluso dentro de pueblos y ciudades, sin garantizar ninguna seguridad para las poblaciones.

«Hace años que las autoridades de Ouro Preto tienen información de que la situación de las represas allí es seria y, sin embargo, no hicieron nada para frenar el derrumbe».

El MAB llevó como consigna #3AñosDeImpunidad y Oliveira remarcó que Vale ha hecho muy poco por reparar los derechos de las personas afectadas por el crimen ambiental sobre Brumadinho y Mariana, y sobre las otras comunidades que viven en los alrededores de las 36 represas construidas con técnica de ‘montante’.

También recordó que por el caso de Brumadinho existe [desde 2019] un acuerdo cerrado entre Vale y el gobierno de Minas Gerais, cuya elaboración no tuvo la participación del movimiento de afectados, donde se acordaron algunas reparaciones individuales (cobrando el valor de un salario mínimo), «que no tienen en cuenta las diversas situaciones en que quedaron las personas afectadas».

En Mariana, después de 6 años del crimen ambiental en ese lugar, «no hay ninguna casa lista para que la gente vuelva a vivir allí, ni reparación del medioambiente».

Mientras tanto, se espera que las lluvias sigan, con intermitencia, hasta marzo, y las respuestas de las autoridades del gobierno provincial y federal dejan mucho que desear. Sabiendo que estas situaciones de fuertes lluvias, que provocan inundaciones, se repiten en los últimos años cada vez con más asiduidad, los gobiernos no han desarrollado todavía respuestas adecuadas ni a tiempo, dice Oliveira. «Es posible que el río vuelva a subir y, por estos días, la gente organiza redes de solidaridad para facilitar víveres y alimentos para los afectados y para limpiar los restos de barro tóxico que entró a sus casas o que ha cubierto las calles», detalló.