Coberturas

«Lo más duro es saber que la Vale sigue actuando»

Amigos de la Tierra Internacional, con delegadas de Brasil y del Programa de Justicia Económica, exigieron justicia por Brumadinho

Luana Hanauer (AT Brasil) en Marcha de Afectadxs por Represas de Brasil, Minas Gerais, enero 2020. Foto: RMR.

Durante la marcha de afectados y afectadas por la empresa minera Vale en Brumadinho (Brasil) que el Movimiento de Afectados/as por Represas de Brasil (MAB) realizó del 20 al 25 de enero, durante el primer aniversario del peor crimen socioambiental de ese país sudamericano, Radio Mundo Real habló con la activista Leticia Paranhos, co-coordinadora del Programa de Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo (JERN) de Amigos de la Tierra Internacional.

Paranhos,junto a Luana Hanauer -también presente en la semana de movilizaciones para denunciar la impunidad en la que permanece este crimen-, son parte de Amigos de la Tierra Brasil.

La coordinadora de Justicia Económica de ATI dijo que el 25 de enero pasado fue un día muy emocionante, un día de lucha, pero también de luto por las vícitimas afectadas por este crimen. «Lo más duro de estar acá es saber que la Vale sigue actuando y saber que este crimen se va a repetir por todas las transnacionales que siguen actuando impunemente», agregó.

Un año después de que el lodo con residuos tóxicos de la mina Córrego de Feijao se derramara sobre el municipio de Brumadinho y en cientos de kilómetros más por el cauce del río Paraopeba, la Justicia brasileña todavía no ha juzgado a ningún responsable de la minera Vale. Durante la jornada de luto las actividades de la mina no se detuvieron y las maquinarias siguen operando en el lodo tóxico donde hay al menos once personas que fallecieron y aún no fueron halladas.

Para AT Brasil y Amigos de la Tierra Internacional es sumamente importante estar junto al Movimiento de Afectados/as por Represas de Brasil (MAB) porque están llevando adelante una organización popular para resistir, para movilizar y para transformar esta realidad en Brumadinho, en Mariana y en otras partes del país, junto a otras organizaciones que movilizan a afectados del conflicto «capital versus vida».

«Brumadinho es el símbolo de lo que una empresa es capaz de hacer con la vida de las personas en pos del lucro; es un ejemplo de lo que puede ocurrir en otros lugares», dijo Luana Hanauer de Amigos de la Tierra Brasil.

 

Río Grande do Sul es la nueva frontera minera de Brasil

Si bien el colapso de la represa en Córrego de Feijao es el peor crimen socioambiental de Brasil, el hecho de que casi la mitad de las 24 mil represas que existen en ese país estén en condiciones «de riesgo» hace que muchos más «Brumadinhos» puedan suceder. Entre los afectados, una de las represas que más se nombró es la de una mina en Congonhas, que tendría una capacidad de 100 millones de metros cúbicos con desechos tóxicos.

Luana Hanauer también se refirió a dos represas en el estado de Río Grande do Sul, donde está la sede de Amigos de la Tierra Brasil, la represa de minería dependiente de la empresa Águia Fertilizantes en la comunidad Três Estradas y el proyecto de represa de energía eléctrica Garabi-Panambi.

«En este encuentro con MAB aprendemos a enfrentar estos proyectos extractivistas minero energéticos que siempre van por el lucro sin respetar la vida de las personas», dijo Hanauer.

“Vamos a lograr un cambio radical del sistema solo con la lucha internacionalista, con las y los oprimidos del mundo”, asegura Paranhos. “Es un momento para estar junto al pueblo y renovar energías en la lucha”, agrega su compañera Luana.

 

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