“Estoy totalmente segura de que nuestra resistencia fue uno de los grandes factores que llevaron a la petrolera Preem a darse cuenta de que su proyecto de expansión de la refinería de Lysekil (en Suecia) no se concretaría”, dijo a Radio Mundo Real la activista Lena Maloney, de Amigos de la Tierra de ese país.

“Posiblemente hubieran logrado expandir esa refinería si hubiera habido menos revuelo”, agregó la ambientalista que vive en la ciudad de Gotemburgo.

Según información de Amigos de la Tierra Suecia, si la expansión de la refinería de Lysekil se concretara, Preem, de origen sueco, podría hasta duplicar sus emisiones de carbono, que provocan el cambio climático, y se transformaría en el mayor emisor del país de esos gases contaminantes.

En un comunicado de prensa emitido por esa organización ambientalista el 28 de septiembre, su presidente, Mikael Sundström, dijo que “la idea de permitir a Preem expandir en gran medida sus operaciones con combustibles fósiles y, por lo tanto, convertirse en el mayor emisor de Suecia de gases de efecto invernadero, ha sido totalmente insustentable desde el inicio”. “Es con gran placer que recibimos la noticia de que Preem está retirando la solicitud”, manifestó.

En la entrevista con Radio Mundo Real, Maloney relató cómo nació en 2018 el proceso de resistencia contra el proyecto de expansión de Preem, la participación de numerosas organizaciones ambientalistas, el rol de grupos de ciudadanos, las acciones y manifestaciones que se hicieron en varias ciudades, y el trabajo de incidencia política sobre el gobierno nacional.

“Pienso que la empresa se dio cuenta que si el gobierno les permitía la expansión de su planta nosotros apelaríamos”, en cortes de Suecia o de la Unión Europea, manifestó Maloney. “Eso llevaría años y creo que se percataron de que para ese entonces el petróleo estaría definitivamente de salida”.

La representante de Amigos de la Tierra Suecia aseguró que Preem pretendió presentarse a la sociedad como una empresa “muy verde”, y que eso fue denunciado por el movimiento ambiental “muy claramente” para que la población lo entendiera.

En ese sentido, Amigos de la Tierra Suecia entregó el año pasado a Preem el “Premio Sueco al Lavado Verde”.