India: el derecho a la tierra y la propiedad de los medios de producción en el centro de la disputa al sistema capitalista
Controvertida Ley de Ciudadanía abrió nueva oleada de movilizaciones contra la ultraderecha
En India continúan las manifestaciones masivas en contra de una nueva Ley de Ciudadanía que entró en vigor en enero, y que otorga la nacionalidad a refugiados de Afganistán, Pakistán y Bangladesh, menos a los de religión musulmana. En diciembre hubo decenas de personas asesinadas por la represión a las movilizaciones y cientos de detenidas.
Los opositores a la ley afirman, entre otras cosas, que se trata del primer paso (del gobierno del primer ministro Narendra Modi) para crear un registro nacional, con el que decenas de miles de musulmanes indios podrían convertirse en apátridas. Les preocupa también la importante cantidad de indios en situación de pobreza que no disponen de documentos que demuestren su nacionalidad.
Millones de mujeres, entre otros grupos sociales, siguen manifestándose contra la Ley de Ciudadanía, para decir que “hemos nacido y crecido acá por miles de años, ¿cómo pueden sacar una nueva ley en base a la religión?”, dijo a Radio Mundo Real la activista Roma Malik, de la organización Unión de Trabajadores del Bosque de India (“All India Union of Forest Working People”). “No quieren musulmanes, no quieren a los pueblos tribales, no quieren a los Dalits (“los intocables”, en el sistema de castas indio son los más pobres y discriminados), no quieren a los sectores pobres, a los trabajadores. Todo este nacionalismo, que controla el poder en pocas manos, tiene que ser enfrentado”, aseguró Roma. “Y creo que la lucha por la tierra es la lucha fundamental, y las mujeres están al frente, ya están desafiando al poder del gobierno fascista”, dijo.
La dirigente profundizó esa línea de pensamiento. “La lucha por el derecho a la tierra es también la lucha contra el fascismo, porque estas fuerzas fascistas, capitalistas, feudales, están acaparando la tierra, saqueándola, controlándola”. Roma explicó, además, que ese saqueo no se desarrolla después de las políticas neoliberales, sino que ha sido así desde que los británicos entraron a India y durante todo el mandato imperial. El conflicto ha estado ahí. Pero claro, “ha crecido por mil después de las políticas neoliberales”, dijo.
Esas políticas facilitan el saqueo de los recursos naturales, y para eso las clases dominantes necesitan un gobierno fascista, entiende Roma, y ese gobierno “quiere que todos los derechos y los recursos naturales estén bajo el control de las fuerzas capitalistas e imperiales”. “Las compañías vienen en gran cantidad, construyen represas, centrales eléctricas, privatizan los ríos, talan los bosques, asesinan a la gente, o los expulsan de sus tierras y hogares. Así que en ese sentido la lucha por el derecho a la tierra es una lucha contra los gobiernos fascistas también”.
Desde la Unión de Trabajadores del Bosque de India, la lucha por soberanía alimentaria de las organizaciones campesinas tiene que estar vinculada al derecho a la tierra. Es muy importante para la soberanía alimentaria, entienden, según lo explica Roma, que se le garantice el derecho a la tierra y la propiedad de los medios de producción a quienes cultivan los alimentos. El acceso a los bosques, la tierra, el agua, es crucial para quienes dependen de esos bienes naturales para vivir. “Esos recursos tienen que ser controlados por esos pueblos, deben ser de su propiedad. La soberanía alimentaria no puede ser entendida de una forma técnica, tiene un valor muy rico, fundamentalmente asociado a los derechos y a la propiedad sobre los medios de producción”.
Para Roma, si no se ataca el corazón del sistema, que es el capitalismo, a la sociedad feudal, al patriarcado, y si no se asegura a los pueblos el control de los recursos naturales y la propiedad de los medios de producción, se corre el riesgo de que la soberanía alimentaria se transforme en “un mero eslogan”.
Además, la activista consideró que la soberanía alimentaria no es solo una cuestión de alimentos. Tiene que ver también con “preservar nuestro patrimonio, nuestros valores culturales y la salud”, ya que la agricultura de gran escala, industrial y controlada por el agronegocio, ha llevado a la pérdida de cultivos y al uso de agrotóxicos, entre otras cosas. “Es una gran lucha para sustentar a los pueblos y las futuras generaciones”, advirtió Roma.
La dirigente subrayó la necesidad de las alianzas en la lucha contra el capital, las grandes corporaciones transnacionales y la avanzada fascista. Se trata de unir fuerzas los campesinos, la clase trabajadora, los movimientos de mujeres, los estudiantes, entre otros actores. “Las luchas están ocurriendo de forma muy vibrante. En los bosques vemos que a pesar del gobierno fascista, de su crueldad y uso de militares y policías, los pueblos están resistiendo”. “Y toda esa lucha tiene ahora una oleada en India” con la resistencia a la nueva Ley de Ciudadanía, reivindicó Roma.