Acuerdo Unión Europea-Mercosur “perfora” la integración regional
Tras más de 20 años de negociaciones, el Mercosur y la UE están cerca de firmar un tratado de libre comercio.
Esta semana hubo una nueva ronda entre equipos de negociadores y, ante la inminencia del cierre de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre MERCOSUR y la Unión Europea, las organizaciones y movimientos nucleados en la Jornada Continental por la Democracia y Contra el Neoliberalismo expresaron su rechazo a este tratado y exigen que cesen las negociaciones de inmediato.
Para analizar qué implica este acuerdo conversamos con Natalia Carrau, politóloga, integrante de REDES-AT Uruguay y de Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC). ATALC es parte de la Jornada Continental.
Carrau ha seguido y analizado a fondo los contenidos que se han filtrado del acuerdo entre UE-Mercosur que, como otras agendas comerciales actuales, se manejan en casi absoluto secretismo, ocultas a la opinión pública.
En el pronunciamiento, la Jornada Continental afirma que en los últimos años “se ha producido un profundo retroceso en los procesos de integración regional, privilegiándose los intereses del gran capital” y que un acuerdo comercial con la Unión Europea va a “recrudecer la amenaza que sufren las organizaciones y movimientos sociales y el medioambiente de la región” y debilitará “cualquier potencial de integración regional”.
Las organizaciones también advierten los peligros que este TLC implicará para la propiedad intelectual, la soberanía alimentaria -que abarca el comercio de semillas nativas, el manejo de exportaciones de materias primas como carne y lácteos, la liberalización de mercados de bebidas espirituosas-.
A esto se suma la imposición de condiciones sobre las compras públicas, ya que el Mercosur está aceptando condiciones del Acuerdo Plurilateral de Contratación Pública de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que actualmente no son una obligación para los países del Cono Sur; además de una posible mercantilizacion del derecho a la salud, de los servicios y la precarización de los derechos laborales.
Las organizaciones consideran «inaceptable» que la UE «negocie un acuerdo con gobiernos claramente violadores de derechos humanos», mientras se define como «defensora de los Derechos Humanos».
En el pronunciamiento, la Jornada Continental exige: suspender las negociaciones en curso, transparentar las negociaciones y compromisos asumidos, realizar evaluaciones de los impactos que tendrán los compromisos y tener participación pública efectiva de los movimientos sociales.
«Esta lista de reclamos son una forma de denunciar lo que están haciendo estos bloques, junto al lobby de las cámaras empresariales», dijo Carrau. «Está en juego la vida de las personas», concluyó.