El principal desafío es la unidad: finalizó el Encuentro Antimperialista en Cuba
Diversas voces de movimientos de base y organizaciones populares apenas terminó la actividad
El domingo en la tarde, con un gran acto en un colmado Palacio de Convenciones de la capital cubana, La Habana, terminó el Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo. Las cifras finales del Encuentro de tres días dan la pauta de su valor político y simbólico: unos 1300 participantes, de 789 organizaciones sociales, provenientes de 86 países.
En la mañana del domingo las diversas organizaciones y movimientos sociales, partidos políticos de izquierda y agrupaciones del movimiento internacional de solidaridad con Cuba, acordaron el Plan de Acción del Encuentro, abordado el día previo en comisiones. En la tarde hubo una actividad pública de cierre, en la que se leyó ese Plan, y que tuvo la participación del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, del mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y del ex presidente de ese país, Raúl Castro.
Al finalizar el Encuentro Antimperialista Radio Mundo Real recogió voces de numerosos participantes, para transmitirles, con sus palabras, la riqueza de esta reunión, los análisis más destacados, los desafíos surgidos y los posibles pasos en adelante.
Joel Suárez, Centro Memorial Martin Luther King Jr. de Cuba.
“Tenemos que hacer un trabajo fino de un prolijo y ancho Plan de Acción, darle un orden de prioridades estratégicas, empezar un mayor nivel de coordinación de las redes y plataformas regionales, y sobre todo tratar de ver cómo llegamos directamente a las 780 y tantas organizaciones locales que llegaron acá, para crear un enjambre de acciones que puedan dinamizar la lucha antineoliberal”.
“Hay esperanza y posibilidad, hay que trabajar. El desafío de la unidad es el fundamental y creo que el otro gran desafío para la izquierda analógica es que hay que entender el debate mediático en torno a la hegemonía cultural por las redes sociales. Si no hacemos un frente de batalla eficiente y eficaz en ese terreno nos van a joder”.
Soniamara Maranho, Movimiento de Afectados por Represas de Brasil (MAB, por sus siglas en portugués)
“Cuba y Venezuela, entre otros países que consiguieron hacer desde sus pueblos procesos de cambio de las raíces del sistema, con división del fruto del trabajo, son hoy para nosotros, para todo el mundo, una referencia de que sí es posible dividir y controlar la riqueza y tener soberanía”.
Acerca de la inmensa cantidad de represas no fiscalizadas en Brasil y de las numerosas que ya se sabe que tienen graves riesgos de rompimiento, Soniamara dijo: “estas son contradicciones del sistema capitalista; nuestra tarea es organizar al pueblo para que sepa que este modelo de desarrollo y energético que existe hoy en Brasil no le sirve a nuestra sociedad”.
Marília Gonçalves, de Amigos de la Tierra Brasil y asentada del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST):
“Lo más importante es ver con claridad que el imperialismo hace lo mismo en todos los lugares. Eso nos da fuerza para pensar colectivamente la solución. Podemos empezar a pensar concretamente en un frente de izquierda real que accione en América Latina y Caribe de una forma más organizada”.
“Nos da mayor seguridad llegar a las bases y decir que no estamos solos, eso nos da fuerza, saber que en toda América Latina y Caribe, en todo el Sur global, están todos los pueblos organizados haciendo la misma lucha que nosotros. Así nos fortaleceremos y conseguiremos alcanzar una unidad de izquierda que es lo que nos falta”.
“Si no haces la diferencia en las bases no haces nada. Tenemos que tener las voces de las bases diciendo la realidad concreta que viven, y desde ahí podemos concluir un proyecto a nivel mayor”.
Camilo Bermúdez, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH):
“Debemos buscar la unidad con las otras organizaciones, porque al quedarnos solamente con nuestros retos nos podemos ahogar”.
“Algo que en COPINH rescatamos mucho del trabajo de Berta Cáceres, de su legado, es esa solidaridad con todos los movimientos, siempre estar pendientes de compañeros y compañeras, y buscando cómo podemos ayudar, articular, hacer algo por los demás. Porque eso en el futuro será el trabajo de solidaridad para con nosotros”.
Juan Pablo Soler, del Movimiento Ríos Vivos de Colombia:
“Necesitamos avanzar con más rapidez en el fortalecimiento de los procesos locales, en la generación de alternativas, de autonomías, sembrando los territorios, teniendo autonomía alimentaria, autonomía energética, y avanzar en reales procesos de unidad”.
“El Movimiento Ríos Vivos en sus localidades tiene una gran tarea en cuanto a la construcción y avance de la propuesta de transición energética, de los pueblos y para los pueblos, que sea justa, en la línea de una soberanía energética, que hoy traducimos como la conformación de un proyecto energético popular”.
Natalia Salvático, de Amigos de la Tierra Argentina:
“Tengo una sensación de hermandad. Este Encuentro nos llena de esperanza, de energías para seguir luchando. Pero también nos hace caer en cuenta de las profundas injusticias que ocurren en nuestro continente, y su particular rebeldía, como estamos viviendo (por las masivas movilizaciones en varios países). Siempre estamos tratando de sobreponernos a los intentos de dominación”.
“También me alegró muchísimo ver la presencia de mujeres y del movimiento feminista en el Encuentro, ya que este es un momento de emergencia del feminismo muy fuerte en la región y por supuesto se va a seguir profundizando. Estamos felices porque creemos que el año que viene vamos a conseguir la Ley del Aborto legal, seguro y gratuito en Argentina”.
Edgardo García, Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC – La Vía Campesina):
“Las transnacionales, la banca mundial, los financieros, los ladrones y saqueadores de los países, cada vez que los pueblos están en lucha tratan de dejarlos en hambre. El papel del campesinado es sostener a los pueblos en sus luchas. Aquí hay que saber que ya estamos en guerra y una tropa sin alimentos es una tropa débil. El campesinado está retomando su papel y lo está haciendo con agroecología, con rescate de técnica, con abastecimiento e intercambio campo-ciudad. Ahí estamos, esa es nuestra batalla. Soberanía nacional con soberanía alimentaria”.
Convergencia de Comunicación de los Movimientos Sociales.