La instalación de la Convención Constitucional marcó la semana pasada en Chile, como un comienzo cargado de esperanza hacia la redacción de una nueva Constitución y la construcción de un país plurinacional.

No han sido fáciles estos primeros días. Antes de que Elisa Loncón asumiera la presidencia de la Convención, afuera se daba una nueva represión contra manifestantes que exigían la libertad de las personas presas políticas, detenidas desde las marchas de 2019 o antes incluso, por lo que las y los constituyentes decidieron suspender la sesión hasta parar la represión.

Tal es el peso que tiene exigir la libertad de presos y presas políticos que la primera declaración de la Convención Constitucional, realizada el 8 de julio, aborda la situación de «las personas privadas de libertad con ocasión de la revuelta social y de la judicialización del conflicto político y social que mantiene el Estado con la nación mapuche».

Las y los constituyentes tuvieron que encargarse hasta de buscar dependencias para que funcione la Convención, ya que el gobierno de Sebastián Piñera «no les generó condiciones mínimas para que puedan trabajar de manera tranquila», dice Víctor Bahamonde, encargado nacional de organización y crecimiento del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente, en este nuevo reporte MODATIMA.

Las sesiones de la Convención Constitucional se pueden ver en vivo aquí.

Además de escuchar el testimonio de la convencional constituyente Carolina Vilches (Apruebo Dignidad) que lleva más de diez años de activismo en MODATIMA y es sobreviviente de lo que se conoce como “zonas de sacrificio”, el reporte MODATIMA también repasa los recortes presupuestales a las gobernaciones y el asesinato por parte de Carabineros del comunero mapuche y weichafe Pablo Marchant, el 9 de julio, cuando reivindicaba en Lafkenche el derecho territorial en contra de la forestal Mininco, empresa perteneciente a la familia Matte, una de las más ricas del Chile. Ese mismo viernes, la defensora Verónica Vilches, integrante de MODATIMA en Valparaíso, sufrió la quema del auto de su madre frente a su hogar, una nueva amenaza en su contra.