¡Serás eterna!
Falleció una “imprescindible” en Uruguay: Luisa Cuesta, bandera de la lucha por verdad y justicia
Este viernes el pueblo uruguayo dio su último adiós a la incansable luchadora por derechos humanos en el país, Luisa Cuesta. Falleció el miércoles con 98 años, de los cuales pasó 42 buscando a su hijo, desaparecido en Dictadura (1973-1985). Nunca supo qué pasó con él.
Este viernes cientos de personas fueron a la Plaza 1º de Mayo de Montevideo, la capital uruguaya, frente a la sede del Poder Legislativo Nacional, a despedir a Luisa. Sus familiares habían explicado en comunicado público que ella no quería un velatorio, pero quisieron que se fuera como vivió, rodeada de familiares de detenidos desaparecidos en Dictadura, militantes, integrantes de organizaciones y movimientos sociales, amigos en general. Luego la gente acompañó a Luisa hasta el Cementerio del Norte, donde fue enterrada.
Su único hijo, Nebio Ariel Melo Cuesta, era militante del Partido Comunista Revolucionario y el 8 de febrero de 1976, durante su exilio en la capital argentina, Buenos Aires, militares y policías lo apresaron junto a un compañero. Eso fue lo último que se supo de él con certeza, reporta el periódico uruguayo La Diaria. Según testimonios e investigaciones, Nebio puede haber sido uno de los uruguayos trasladados a su país después de su detención en Argentina.
Luisa fue una de las fundadoras de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, organización que centró la lucha por verdad y justicia. Comenzó a buscar a su hijo Nebio en 1976, apenas se enteró de su detención. En 1973 ella misma estuvo varios meses detenida. La Diaria explica que, “como las también fallecidas María Almeida de Quinteros –Tota–, Luz Ibarburu y Amalia Mercader, Luisa estuvo entre las figuras más emblemáticas de la lucha por verdad y justicia en la sociedad uruguaya”. “Terminaron sus vidas sin que hablaran quienes saben dónde están los familiares que ellas perdieron, y sin que la investigación estatal les diera respuestas, pero lograron que otros familiares las hallaran y que muchos tomaran la posta”, agrega el diario.
En tanto, el militante Raúl Olivera, del Observatorio de Derechos Humanos Luz Ibarburu, explicó a Radio Mundo Real este viernes en la despedida de Luisa que “Uruguay ha sentido la necesidad de establecer a determinadas personas como símbolos donde se condensan los años de lucha, el sufrimiento, el compromiso, y sobre todo la fe para avanzar en este largo proceso de saldar las heridas del pasado”. Y en ese sentido, “Luisa, al igual que otras madres de compañeros desaparecidos que nos han abandonado también, ha significado eso; me parece que es una síntesis adecuada que va haciendo el pueblo uruguayo sobre su pasado”.
El dirigente social agregó que “mantener durante tantos años, más de 40, esta lucha, y seguirla manteniendo, y que las nuevas generaciones la tomen, es una tarea de gigantes; y paradójicamente Luisa, que era muy chiquita, era una gigante”.
Radio Mundo Real.