La Conferencia de Naciones Unidas de la Sociedad Civil, que se realiza este miércoles y jueves en Nairobi, Kenia, como paso previo a la Cumbre del Futuro de septiembre en Nueva York (Estados Unidos), “busca reinstalar en el proceso de la cumbre una agenda dirigida por las empresas y rechazada por Estados y organizaciones sociales”.

“Es un burdo intento de la Oficina del Secretario General para baipasear las decisiones tomadas en la reunión ministerial de septiembre de 2023 y los propios contenidos del borrador 1 del Pacto del Futuro”, agregó a Radio Mundo Real el ambientalista Martín Drago, de Amigos de la Tierra Internacional (ATI). “Aquí se busca imponer la idea de que la sociedad civil organizada quiere el multistakeholderismo (gobernanza de múltiples partes interesadas)”, señaló.

En otras palabras, lo que ocurrió es que la conferencia de Nairobi resucitó la idea de la participación de las múltiples partes interesadas en la Cumbre del Futuro, luego que las organizaciones y movimientos sociales y los países del Sur global lograran en el proceso de negociaciones que la cumbre de Nueva York fuese multilateral (de gobiernos) y no de multistakeholders. De hecho, también se había logrado que el término multistakeholderismo no apareciera en el primer borrador del Pacto del Futuro, el documento final que saldrá de la cumbre.

Drago, que coordina el programa de Soberanía Alimentaria de ATI, explicó que en la nota conceptual de la conferencia de Nairobi las partes interesadas mencionadas son “los Estados miembro, la sociedad civil, el mundo académico, los grupos de reflexión, vaya a saber qué quiere decir esto, las fundaciones y el sector privado”.

En una carta abierta difundida a fines de marzo, más de diez organizaciones que conforman el Grupo de Trabajo de los Pueblos sobre Multistakeholderismo, advirtieron que la conferencia de Nairobi, en lugar de fortalecer las voces de la sociedad civil y los movimientos sociales, pretende volver a poner en la agenda la gobernanza mundial dirigida por las empresas. “¡Cuidado con la estrategia corporativa multilateral disfrazada de sociedad civil!”, expresó la misiva.

¿Qué es la Cumbre del Futuro?

Según Naciones Unidas, la cumbre que se hará el 22 y 23 de septiembre en Nueva York, convocada por el secretario general Antonio Guterres, “es una oportunidad única para mejorar la cooperación cuando hay retos críticos y subsanar las deficiencias en la gobernanza global”. Se buscará “avanzar hacia un sistema multilateral revitalizado que pueda influir positivamente en la vida de las personas”. La idea es que de allí surja un mapa de acción, el Pacto del Futuro.

Algunos de los temas de la agenda son desarrollo sostenible y financiamiento al desarrollo; paz y seguridad; ciencia, tecnología e innovación; transformación de la gobernanza global. “Desde el Sur nuestra visión es que esos problemas se relacionan a la pobreza, la responsabilidad del Norte en el tema del cambio climático y sus soluciones, desde una perspectiva de igualdad social y de justicia”, dijo a Radio Mundo Real el activista del Transnational Institute de Países Bajos, Gonzalo Berrón.

Para el representante de ATI, Drago, “la mayor relevancia de la Cumbre del Futuro radica en que es un momento clave del proceso de legitimación y de legalización, digamos, de la participación directa de las corporaciones transnacionales y organizaciones filantrópicas en la toma de decisiones en el sistema de Naciones Unidas”. En otras palabras, “se busca avanzar en la privatización de la toma de decisiones”, denunció.

Sin embargo, las luchas nunca terminan, la defensa de los derechos de los pueblos no puede pestañear, y la Conferencia de Nairobi lo confirma. Es una instancia que “pretende dar legitimidad a estructuras paralelas que no buscan, sino que impiden la transformación real”, y además “ignora los conflictos de intereses que existen en la participación de las corporaciones en la configuración de la gobernanza global”.

¿Qué multilateralismo necesitamos?

Consultado sobre este punto, Berrón destacó que “los movimientos y organizaciones sociales, y los países del Sur global, estamos juntos en ésta”. “Lo que necesitamos es un frente para que el multilateralismo sea más fuerte, no más débil. Porque entendemos que un multilateralismo más fuerte, democrático y participativo va a regular mejor al sistema internacional y sobre todo a los poderosos, que en definitiva acaban haciendo lo que quieren incluso dentro del sistema multilateral”.

Berrón reafirmó lo dicho por Drago. Hay un riesgo de que la captura por parte del poder corporativo, de las empresas, al sistema multilateral, se profundice, con mecanismos como el del multistakeholderismo. El representante del TNI cerró con un llamado a la movilización: “Si nosotros no nos movemos no hay quien neutralice esa influencia y los Estados quedan a merced de esos intereses”.