Coberturas

Amigos de la Tierra: «No es sólo la crisis climática: está en juego nuestro presente y futuro»

"Necesitamos una transición en la que nadie se quede atrás", dijo Dipti Bhatnagar, coordinadora del programa de Justicia Climática

Movilizaciones en Bruselas durante Huelga Climática. Foto: Flickr/FOE Europe.

Del 2 al 13 de diciembre se llevará a cabo en Madrid (España) la Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, también conocida como COP 25.

Esta vez se iba a realizar en Chile, pero el gobierno de ese país sudamericano decidió suspender la realización de la COP aludiendo la «crisis social» que vive desde mediados de octubre cuando el anuncio de más medidas económicas y sociales neoliberales se volvieron insostenibles para el pueblo y las movilizaciones se multiplicaron. Piñera no renunció a presidir la COP, aunque este miércoles 26 el mandatario anunció que no viajaría a Madrid, y que estará representado por la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.

La federación ecologista Amigos de la Tierra Internacional estará presente en la COP 25 con representantes de los cinco continentes y llevará especialmente las demandas y propuestas del Sur Global, sumamente afectado por los efectos del cambio climático. «Este no es un problema del futuro: es un problema que arrastramos del pasado y sin dudas tiene mucho peso en el presente», dijo a Radio Mundo Real la co-coordinadora del Programa de Justicia Climática y Energía de ATI, Dipti Bhatnagar.

El cambio climático ya está ocurriendo: «El mundo ya es 1.1 °C más cálido que al inicio de la revolución industrial, y ya se siente un impacto significativo en la Tierra y en la vida de las personas», advirtieron desde Naciones Unidas este 28 de noviembre. «Si las tendencias actuales persisten, se espera que las temperaturas globales aumenten entre 3.4 y 3.9°C este siglo, lo que traería impactos climáticos destructivos y de gran alcance», añaden en un comunicado de prensa.

Desde Amigos de la Tierra Internacional sostienen que:

«Incluso si se implementaran los compromisos del Acuerdo de París, de todos modos continuaríamos en una trayectoria hacia un mundo con 3 a 4°C de aumento de la temperatura, siendo que en realidad necesitamos mantener el aumento global promedio de temperatura por debajo de 1,5°C. Debemos lograr esto con justicia: los países ricos deben dejar de emitir gases de efecto invernadero ahora y deben pagar su cuota parte para apoyar la transición mundial en pos de energías renovables y sustentables para todos y todas».

Para conocer más sobre las expectativas de la Federación ATI sobre temas clave en la cumbre -como la necesidad de comprometerse con objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones de dióxido de carbono, los mercados de carbono, la inclusión de criterios de justicia climática en todo el Acuerdo de Paris, entre otros temas, compartimos la entrevista con Dipti Bhatnagar.

Radio Mundo Real (RMR): ¿Qué opinan en Amigos de la Tierra Internacional sobre el cambio de la sede de la COP25 de Chile a España?

Dipti Bhatnagar (DB): ATI siempre asiste a la COP para llevar la voz de los pueblos del Sur Global exigiendo Justicia Climática. Pensábamos ir a Santiago de Chile. En octubre vimos las movilizaciones del pueblo de Chile y cómo esto provocó que el gobierno anunciara la suspensión de la COP allí; pero con apenas un mes de anticipación este cambio ha sido problemático porque significa que será la cuarta vez consecutiva que una COP se haga en Europa. Muchas personas todavía no tienen su visa para llegar aquí, además de que sale mucho más caro llegar a Europa, más aún en esta temporada.

También hay que decir que, con este cambio de sede, el foco de la lucha del pueblo chileno está siendo socavado. Y no es un detalle menor porque el foco de sus movilizaciones está puesto en fuertes críticas hacia el neoliberalismo y las inequidades que el pueblo hace frente desde el golpe de Estado que la dictadura hizo en 1973 a Salvador Allende. Que el foco internacional se traslade a Madrid es un problema. Sumado a que Chile no ha renunciado a presidir la COP.

RMR: Piñera no renunció a presidir la COP, aunque este miércoles 26 el mandatario anunció que no viajará a Madrid, y que estará representando por la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt.

DB: Quién viene del gobierno de Piñera sigue siendo el gobierno de Piñera. Nosotras decimos que ya no deberían presidir la COP.

RMR: También tenemos que considerar los cuestionamientos locales que ya existían hacia el gobierno de Chile y sus políticas ambientales, tomando en cuenta no solo las políticas energéticas sino también espacios contaminantes como las «zonas de sacrificio», emplazadas en varias ciudades. Esto puede quedar fuera del foco de la COP si no lo expresamos desde la sociedad civil, ¿verdad?

DB: Tenemos que asegurarnos de que la situación de Chile y su espíritu de lucha siga estando en el radar de los medios de comunicación que cubran la COP25; además de prestar atención a la Cumbre de los Pueblos que tendrá lugar en Santiago [del 2 al 7 de diciembre].

RMR: El año pasado ATI presentó el Manifiesto Soberanía Energética Ya!, en el que se establecen medidas positivas que pueden acelerar la transición hacia un mundo con justicia climática. Este año, Greta Thunberg lideró una revolución juvenil con su Huelga Climática y el #FridaysForFuture. Esto ha permitido que un nivel suba al nivel mediático para hablar de la crisis del cambio climático. ¿Cuál es su opinión sobre este movimiento?

DB: Creo que la Huelga Climática es realmente maravillosa porque son personas jóvenes y niños/as, personas sin poder, que en verdad son muy poderosas con su mensaje que dan al mundo adulto, cuestionando «¿Qué mundo nos están dejando?». Al mismo tiempo debemos recordar que esta no es una cuestión solo del futuro. Es importante pensar en el futuro y eso es lo que estos jóvenes representan, pero no es solo algo del futuro. Desde Amigos de la Tierra entendemos que se trata de hacer justicia sobre una crisis climática histórica y actual. La crisis climática que vivimos se remonta a las contaminaciones por la polución desde la Revolución Industrial, así que es una cuestión del pasado, del presente y del futuro, como parte de un sistema injusto y desigual. Debemos poner esto en perspectiva. Comunidades indígenas, campesinas y urbanas en todo el mundo son las que sufren y enfrentan en primera línea los impactos de la energía sucia de este sistema extractivista.

También deben y debemos estar alertas de que las y los jóvenes no «compren» los mensajes de «greenwashing» del mercado, que no crean en falsas soluciones como «plantar árboles en el Congo para disminuir la contaminación del aire». Lo que debemos cambiar es el sistema.

Sabemos que un punto clave en la mesa de negociación en Madrid serán las normas internacionales para los mercados de emisiones de carbono, y en el marco del Artículo 6 quizás veamos cómo los mercados de emisiones de carbono se incluyen como parte del Reglamento de París. Esto implicaría incluso más emisiones, con un mayor aumento de la temperatura, uso continuado de combustibles fósiles y décadas de inacción, distracción y acaparamiento del poder y la energía por las grandes empresas. Nosotros, queremos mantener el mercado de carbono fuera del cumplimiento del Acuerdo de París. Por eso, durante la COP25 haremos una actividad el 5 de diciembre denominada «No al Mercado de Carbono», junto a La Vía Campesina y otros aliados.

RMR: Una parte central de la COP25 se refiere al mercado de carbono. A la vez, un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) dice que el mundo debe reducir las emisiones anuales en un 7,6% en la próxima década para alcanzar una meta de 1,5ºC. También advierte que a menos que las emisiones globales de gases de efecto invernadero se reduzcan en un 7,6% cada año entre 2020 y 2030, el mundo perderá la oportunidad de alcanzar la meta de una temperatura que no supere los 1,5ºC, tal como se establece en el Acuerdo de París. ¿Es posible lograr esta disminución?

DIPTI: Técnicamente es posible. Lo que necesitamos hacer es transformar radicalmente el sistema. Cuando logremos hacer eso seremos capaces de enfrentar la crisis climática, las crisis de injusticias e inequidades y podremos construir un mundo donde sea digno vivir.

RMR: En ese informe de PNUMA se indicaba que los principales emisores de gases de efecto invernadero son países poderosos como Japón, Rusia, Estados Unidos, China, la UE y la India.

DB: Este es un gran juego. Por supuesto los países del Norte usan combustibles fósiles para mantener su estilo de vida y ahora ellos están diciendo «miren las emisiones actuales». Pero debemos hablar sobre responsabilidades históricas y hacerlo en su justa medida.

RMR: Estamos hablando de una transición energética. ¿Dónde están teniendo lugar estas transiciones? Sabemos que muchas experiencias de cambio son lideradas por mujeres, como el ejemplo de PENGON/AT Palestina presentado en el Atlas de Utopías. ¿Cómo podemos hacer una transición energética?

DB: Definitivamente necesitamos una transición justa y feminista. Debemos pensar colectivamente cómo la vamos a hacer para construir un mundo más sustentable que no deje a nadie atrás. Esas mujeres en Palestina, que están trabajando juntas en forma cooperativa, son un hermoso ejemplo de cómo queremos construir la transición energética.

RMR: Muchos de los puntos que mencionaste en esta entrevista están presentes en el Manifiesto de Soberanía Energética Ya. ¿Puedes invitar a nuestro público a llegar a este Manifiesto?

DB: Si bien lo lanzamos el año pasado, el Manifiesto propone qué sistema energético queremos. No solo hablar de energía renovable, sino que esa energía esté en manos de los pueblos. Tenemos que preguntarnos siempre «¿Energía para qué y para quiénes?». Queremos energía para los pueblos, no para el lucro de unas pocas empresas, ni obtenida bajo ningún sistema de opresión, por supuesto tampoco bajo prácticas patriarcales. ¿Quién usa la energía y para qué?

El 5 de diciembre, Amigos de la Tierra Internacional presentará también su posicionamiento respecto a El resurgimiento de los mercados de carbono representa una amenaza para los pueblos, la política y el planeta, que pueden leer aquí.

 

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