El pasado sábado 8 de diciembre, dos campesinos líderes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil fueron ametrallados por encapuchados mientras cenaban en el campamento “Don José María Pires”, en el estado nordestino de Paraíba, reflejando un “discurso de odio” que se ha centrado especialmente en las organizaciones populares de ese país.

Las víctimas son Rodrigo Celestino y José Bernardo da Silva (conocido como “Orlando”), coordinadores del campamento que comparten unas 450 familias y que está en proceso de desapropiación, para convertirse en un asentamiento de acuerdo con los procedimientos del Instituto de la Reforma Agraria (INCRA). El hecho de que se trate de líderes visibles de la organización “evidencia el carácter del crimen para intimidar a quienes luchan pór la tierra”, indica en su nota el MST.

Thaís, del equipo de comunicación del MST en Paraíba dio su testimonio a RMR sobre el doble asesinato del sábado. Relató que en el campamento, que celebró un año de lucha en julio pasado, viven y producen 450 familias en barracas de lona y con precariedad respecto al uso de la tierra, lo cual los coloca en situación de extrema vulnerabilidad frente a acciones para policiales, agudizándose tras el asesinato de los referentes.

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Paraíba es un epicentro de las luchas por la tierra en el Brasil. “Las Ligas Campesinas, uno de los movimientos más importantes por la Reforma Agraria estaba intensamente presente en el estado en las décadas de 1950 y 60, principalmente en la región de Mari, en el agreste paraibano”, señala Brasil de Fato.

“Con este asesinato, el MST y la lucha por la tierra pierde dos compañeros extremadamente valiosos”, indica Thais. También relata que un hermano de “Orlando” e integrante del Movimiento de Afectados y Afectadas por Represas (MAB), Odilon da Silva, fue igualmente asesinado hace nueve años atrás por “capangas” (matones) al mando de latifundistas.

“Con la perdida de estos dos compañeros, la lucha por la tierra en Brasil queda marcada una vez más por la violencia empleada del lado de los latifundistas de esta y de diversas formas”, indica Thais en su relato.

“Fueron víctimas de un discurso de odio, que viene creciendo en Brasil así como una onda neofascista que manipuló a los trabajadores y le dio la victoria al presidente electo Jair Bolsonaro”, señala la integrante del MST dando contexto a este asesinato.

Según Tahís, este campamento no cuenta con historia de conflictos, pero se encuentra ubicado en un cruce de fuerzas en disputa por la tierra en Paraiba. Sus usos para fines agropecuarios y de extracción calcárea, marcan la trascendencia de estas tierras para el agronegocio y el capital.

“Se trata de una región muy violenta, de producción de caña y visualizada por la producción de calcáreo y eso explica mucho lo ocurrido con Orlando y con Rodrigo. “Nuestras expectativas es que los asesinos y quienes dieron la orden de hacerlo sean encontrados y juzgados. También que se proteja a las familias acampadas, que quedan en una situación de extrema vulnerabilidad. Y que finalmente la tierra sea desapropiada y entregada a los trabajadores y trabajadoras”.