Ecuador: Abajo el paquetazo
Más de 70 mil personas se movilizaron el 9 de octubre en Quito, capital del país. Crónica de Biby Rojas, comunicadora de LVC.
Desde La Vía Campesina, la comunicadora popular Biby Rojas envió un reporte especial y urgente para medios alternativos con una crónica de lo ocurrido durante la masiva movilización de este miércoles 9 de octubre en Ecuador.
A pesar del estado de excepción y el toque de queda decretado por el gobierno de Lenín Moreno, más de 70 mil personas se manifestaron en la capital.
Como resultado de la jornada, hay al menos cinco muertos, pero extraoficialmente se registran más personas fallecidas como resultado de ataques de infiltrados a «puntos humanitarios», como la Universidad Salesiana y otras universidades cercanas al Centro Histórico, y de la fuerte represión policial con gases lacrimógenos y balas de goma.
A esto se suman amenazas a personas voluntarias y a los centros de acopio que recolectan agua, alimentos y medicinas para repartir a lxs manifestantes.
Las organizaciones sociales, sindicales y campesinas llaman a la solidaridad internacional y al acompañamiento de organismos de derechos humanos. También repudian el apoyo de la Alianza del Pacífico y otros gobiernos que han manifestado su apoyo a Moreno.
La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo se solidarizó con el pueblo ecuatoriano y el Paro Nacional, «en contra de las medidas de tipo neoliberal que Lenin Moreno busca implantar en Ecuador».
Desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) expresaron este jueves 10 que la movilización popular no parará «hasta que el FMI salga» del país, y calificaron al gobierno de «débil y deslegitimado». También destacan que esta lucha «no es por hoy, por el precio de la gasolina solamente, es para evitar que nos hipotequen el futuro y que paguemos con hambre y pobreza de dos y tres generaciones, lo que no frenamos a tiempo hoy».
Mientras hay llamados «irresponsables» -dijo Rojas- a «contramarchas por la paz, con discursos de odio y discriminación hacia los pueblos indígenas», también se denuncia el «cerco mediático» que incluye intervenciones a medios comunitarios e incluso a orden de cerrar algunos como Radio Pichincha.