Desde conductores de ómnibus hasta trabajadores petroleros, de estudiantes a trabajadoras domésticas, la Huelga General convocada para este viernes 14 de junio en Brasil es masiva.

El principal reclamo es contra la reforma de las pensiones, que el gobierno de Jair Bolsonaro quiere aprobar con urgencia en la Cámara de Diputados.

Letícia Paranhos, de la organización ambientalista Amigos de la Tierra Brasil, comentó a Radio Mundo Real que es necesario pensar esta reforma previsional en el contexto regional, ya que Brasil no es el único país donde se está llevando adelante este tipo de ajuste y cambios sobre las jubilaciones y pensiones de la clase trabajadora.

La juventud y las mujeres serán los grupos más afectados por la reforma de las Pensiones, que cambia las reglas de la jubilación en el país.

La reforma de las Pensiones presentada por el equipo económico de Bolsonaro establece la edad mínima de jubilación en 65 años para hombres y 62 años para mujeres. La Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 6/2019 propone 20 años de contribución. Los docentes tendrán una regla diferenciada con edad mínima de jubilación en 60 años para hombres y mujeres.

Si la reforma es aprobada, las mujeres rurales tendrán que contribuir por otros 5 años para retirarse por edad: hoy se retiran a los 55 años y pasan a 60, incluso si la expectativa de vida en el campo es a menudo menor que la de la ciudad.

Actualmente hay 13,2 millones de desempleados en el país, según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). En esta coyuntura, el paro también expresa otras demandas de interés nacional.

SOBRAN LOS MOTIVOS

Continuando las movilizaciones desde fines de abril contra los recortes en la educación, los recortes de becas de investigación y reducción del presupuesto de las instituciones, muchos estudiantes, profesores, profesoras, funcionarios y funcionarias de las universidades e institutos federales también adhieren a la Huelga General.

La Federación Única de Trabajadores Petroleros (FUP) adhiere también a la convocatoria para expresar su rechazo a los proyectos que atacan la soberanía del país, como la privatización de las refinerías, el cierre de plataformas petrolíferas en Ceará y el desmantelamiento del sistema Petrobras, iniciados aun durante el gobierno de Michel Temer y profundizados por Jair Bolsonaro, informó Brasil de Fato.

El gobierno ya anunció la venta de 13 refinerías de Petrobras. El contrato de concesión entre la empresa estatal y el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) fue firmado el 11 de junio, con un plazo de dos años para la venta de las unidades. Los trabajadores petroleros entienden que esta precarización es el camino hacia la privatización.