En una ceremonia marcada por la presencia de jefes de Estado conservadores, un fuerte dispositivo de seguridad y grandes limitaciones para el trabajo de la prensa, el ultraderechista Jair Bolsonaro asume este 1 de enero la Presidencia de Brasil.

En la asunción presidencial que tendrá lugar en Brasilia estarán presentes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y el primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán.

A pesar del acercamiento con el jerarca estadounidense Donald Trump, él no estará presente sino el secretario de Estado, Mike Pompeo, que se reunirá con Bolsonaro y con el nuevo canciller brasileño, Ernesto Araújo, este día 1, tras la toma de posesión.

Bolsonaro rechaza la presencia y articulación regional con los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Pero estarán presentes los representantes de Bolivia, Evo Morales, y de Uruguay, Tabaré Vázquez, a pesar de tener diferencias político-ideológicas con el nuevo presidente de Brasil, ya que priorizan las relaciones comerciales entre los países, teniendo al gigante sudamericano como aliado estratégico para la economía regional.

Además de prometer que uno de sus primeros decretos será habilitar el porte de armas para cualquier ciudadano que no tenga antecedentes penales, en la preparación del Gabinete de Bolsonaro dejaron de ser Ministerios las áreas de Trabajo, Seguridad Pública, Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Planificación, Desarrollo Social, Cultura, Deporte, Integración social y Ciudades, y fueron absorbidos en otros ministerios del gobierno.

Vigilia por Lula

Mientras tanto, unas dos mil personas exigieron la libertad de Lula Da Silva en caravanas presentes en 20 estados brasileros. Bajo la consigna “Lula Libre” realizaron vigilias desde la medianoche del 31 de diciembre de 2018 y acompañarán al expresidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT), preso en Curitiba desde abril del año pasado, informó Brasil de Fato.

Parlamentarios y representantes de partidos y movimientos sociales viajaron en autobuses, coches y en avión para llegar a Curitiba y pasar el Año Nuevo acompañando a Lula desde las afueras de la cárcel de Curitiba.

“Yo decidí venir a pasar el Año Nuevo aquí en la Vigilia Lula Libre en agradecimiento por todo lo que él hizo por mí y por mi familia. Gracias al PT conseguí poner a dos hijos míos en la universidad. En el pasado mis hermanos y yo tuvimos que dejar de estudiar porque no podíamos acceder al material escolar”, dijo Vilma Pereira da Silva a BdF que llegó en la caravana de São Paulo con más 140 personas. Para ella, estar en Curitiba cerca de Lula es muy importante: “Todo el mundo que está aquí tiene un motivo muy fuerte para agradecer”.