Con una conferencia de prensa de apertura, una reunión con congresistas en la sede del Parlamento nacional y una instancia de encuentro con organizaciones sociales, empezó oficialmente el viernes la III Misión Internacional de Vía Campesina a Colombia.

¿El objetivo? Verificar el cumplimiento del Acuerdo de Paz firmado en 2016 por el gobierno (entonces presidido por Juan Manuel Santos), y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, hoy convertidas en partido político legal).

Las actividades de la III Misión de Vía Campesina a Colombia se centralizan en la capital del país, Bogotá, pero este sábado y domingo hay salidas a territorios: a Sumapaz, que es una localidad del distrito capital de Bogotá, y a los departamentos de Tolima y Cauca.

En el Cauca van unos 20 días de “minga” indígena, campesina, estudiantil y de comunidades negras. Están movilizados en reclamo por el cumplimiento de acuerdos atrasados y para que se los tenga en cuenta en el Plan Nacional de Desarrollo (que marcará la política de gobierno de todo el mandato del presidente Iván Duque), entre otras causas de la protesta.

En ese contexto nacional fue que inició el viernes la III Misión Internacional de la Vía Campesina a Colombia. “La misión cae en un punto muy importante, porque el país está debatiendo el Plan Nacional de Desarrollo y queremos ver en este momento el compromiso del gobierno frente a la implementación de los Acuerdos de Paz, y cómo nos ve al movimiento campesino, indígena y negro en ese Plan”, dijo la dirigente Nury Martínez, de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (FENSUAGRO) y Vía Campesina Colombia.

En la apertura de la conferencia de prensa Martínez, que además es de la coordinación política de la Vía Campesina Sudamérica, destacó el seguimiento de los puntos 1 y 4 de los Acuerdos de Paz, sobre “Reforma Rural Integral” y sustitución de cultivos de uso ilícito respectivamente. No obstante, Martínez aclaró que el movimiento indígena atiende el conjunto de los acuerdos.

La Vía Campesina es una de las organizaciones garantes del proceso de paz a solicitud del gobierno colombiano y de las FARC, en cuanto al primer punto de los acuerdos.

La indígena maya quiché Feliciana Macario, de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA) y Via Campesina Centroamérica, dijo a su turno en la conferencia de prensa que llegó a Colombia para “monitorear cómo va el cumplimiento de los acuerdos de paz, para ver si se cumplen las expectativas de los campesinos y campesinas”. “Si los acuerdos se firmaron es para que haya inclusión de los pueblos, para que haya igualdad”, aseguró.

En tanto, la dirigente Rosa Lemos, de República Dominicana, y de la Confederación de Organizaciones Sociales, Populares y Barriales de la Región Sur (El Retoño), dijo que “parecería que no hay compromiso de cumplir los acuerdos de paz”. “Exigimos que se cumplan los acuerdos, los puntos 1 y 4 especialmente, y que se respete el derecho a la vida. Ese es uno de los objetivos fundamentales de esta misión”, agregó.

La misión está integrada por casi una veintena de delegados de numerosos países de América Latina, Europa, Asia y África. Uno de los llegados de fuera de América Latina es Federico Pacheco, de España, y que representa a la Vía Campesina Europa. “Hace año y medio estuvimos aquí (en la II misión) y nos fuimos bastante preocupados. Ahora nuestra preocupación es bastante mayor, sobre todo a raíz de la criminalización de los líderes sociales en general”, consideró el dirigente. “Venimos de Europa a dialogar y a escuchar a todas las partes, para llevarnos un mensaje con el que podamos contar lo que pasa de primera mano. Reiteramos nuestro compromiso por la paz y los derechos campesinos”, adicionó Pacheco. “La Unión Europea tiene que tomar las medidas que hagan falta para que se cumplan los acuerdos de La Habana”, sentenció, en referencia a la ciudad capital de Cuba donde se llevó adelante buena parte del proceso de negociaciones entre el gobierno de Colombia y las FARC.

El cierre de la primer parte oratoria de la conferencia de prensa recayó sobre una de las organizaciones aliadas de Vía Campesina presente en la misión, ALBA Movimientos. Gonzalo Armúa es de la secretaría operativa continental de ALBA Movimientos y dijo que “preocupa la criminalización de los movimientos sociales en Colombia, los asesinatos de líderes y lideresas del campo y la ciudad”. “Y nos preocupa sobre todo que esos asesinatos no sean reconocidos por el Estado, que debería garantizar la vida”, manifestó.