“Nos fortalece saber que nuestras luchas son compartidas”
Entrevista a integrantes del colectivo “Semillas fronterizas” que defienden la biodiversidad y resisten a los agronegocios en el Norte uruguayo.
Claudia Cuebas y Adriana Machado son dos de las 60 productoras agroecológicas que participaron el 11 y 12 de noviembre en el
seminario “Experiencias comunitarias de mujeres en cuidado de la biodiversidad y soberanía alimentaria. Existencias y resistencias frente a los agronegocios en la región noreste del Uruguay”, organizado por REDES-Amigos de la Tierra, la Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas y la Universidad Nacional de la República (UdelaR). Entrevistamos a ambas durante el cierre del encuentro para saber cómo se dieron los debates, con qué impresiones se quedaron y qué proyecciones tienen las luchas contra el avance de los agronegocios en la zona.
El encuentro se desarrolló en el local de la Sociedad de Fomento Rural de Curticeiras, en el departamento de Rivera. Hasta allí llegaron participantes desde Lavalleja, Montevideo, Canelones, Paysandú y Tacuarembó, que fueron recibidas por Claudia, Adriana y las demás integrantes del colectivo «Semillas fronterizas», que representa a la Red de Semillas en el Norte del país.
El grupo de mujeres “Semillas fronterizas” se formó hace casi dos años, aunque la mayoría ya se conoce por compartir espacios en la Red de Semillas y en otras instancias. “El grupo nos fortaleció en lo colectivo, a través del intercambio, dinamizado por las técnicas de la Red, sobre nuestras fortalezas y nuestras problemáticas”, dijo Adriana Machado. «Nuestro grupo es una familia. Una se pasa la vida en campaña, media sola, media cansada por momentos, y cuando nos juntamos es un remedio para el alma”, agregó Claudia Cuebas.
El encuentro fue «muy emotivo, muy fructífero», agregó Adriana, valorando el intercambio de experiencias, «que sirven para unirnos, para reflexionar y actuar», de conocimientos y de saberes para la conservación ambiental. Se pudieron reforzar «lazos afectivos que hacen al cuidado de las semillas» y mensajes de apoyo para que siga creciendo la Red Nacional de Semillas.
“La Red es mi vida: la tierra, mis semillas, mis hijos y mis nietas son lo que más amo. Por ellos lucho, para que haya menos venenos aplicados a los alimentos y para dejarles una semilla sana para la soberanía alimentaria de ellos y de las otras personas”, dijo Claudia Cuebas. La productora, reconocida por su producción agroecológica de sandías, también valoró el vínculo con la Universidad pública: “Desde que arrancó el primer grupo de la Red de Semillas, la Universidad estuvo vinculada a los proyectos y al crecimiento de la Red. A mí, que no pude estudiar, me encanta eso de que la facultad va al campo y el campo se junta con la facultad. Esto nos enriquece: aprendemos«.
El seminario contó con la participación de colectivos de productoras como Las Chircas de Lavalleja, o Las Marrecas de Rivera; organizaciones vinculadas al cuidado del medioambiente como Vida Silvestre y Julana; la «Colectiva feminista de la frontera» y “Somos negras, ¿y qué?»; mujeres militantes del MST de Brasil y docentes de la Universidad Estadual de Rio Grande do Sul (UERGS); estudiantes y docentes de la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Familiar de UTU y del Observatorio de la Cuestión Agraria (OCAU), del Centro Regional Este Sede Rivera de la Universidad de la República.
Las productoras riverenses nos compartieron cómo proyectan seguir trabajando en la defensa de la biodiversidad en el territorio y por qué participar de estos espacios de encuentro e intercambio entre pares es tan valioso. De hecho, se preparan para un nuevo encuentro con productoras y productores de todo el país, durante la 9na Fiesta de la Semilla Criolla que será este 20 de noviembre en Atlántida, departamento de Canelones.
“La primera vez que participé en una Fiesta de la Semilla Criolla fue como si me devolvieran a mis orígenes, porque me crié plantando en la huerta, con las semillas nuestras. En la Red nos une la defensa de las semillas criollas y esta tierra que queremos cuidar”, dijo Claudia.
Con el rescate y la producción de alimentos a partir de semillas nativas y criollas “vamos enseñando de a poco que esos son los alimentos sanos”, agregó la productora de Parada Medina, en referencia a aquellas variedades que no requieren agrotóxicos.
Poppy Brunini, una de las técnicas de la Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas que acompaña al grupo «Semillas fronterizas» valoró la «presencia y resistencia de estas mujeres en el territorio, que se hace desde el amor, no desde la pelea. Una resistencia que se hace desde juntarse con otras productoras y con otras organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres, que defienden la soberanía alimentaria, la buena alimentación para tener espacios biodiversos donde vivir»