Se cumplieron este pasado 11 de setiembre diez años de perpetrada, en Bolivia, la matanza de trece campesinos en el departamento de Pando, comunidad Porvenir, intento de desestabilización del gobierno de Evo Morales que se aprestaba a nacionalizar los hidrocarburos en ese país.

La conocida como “masacre de Pando”, de acuerdo a una investigación de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), fue planificada y tuvo un fin político. Los campesinos y campesinas asesinados eran partidarios del presidente Morales. Y las autoridades del departamento amazónico de Pando no hicieron “nada para evitarlo”.

Las víctimas marchaban a la capital de Pando, Cobija, en muestra de apoyo a la decisión del gobierno boliviano de entregarles tierras, cuyos títulos habían sido secuestrados por bandas armadas en complicidad con las autoridades del departamento.

En estos diez años, dice a RMR el periodista Marcelo Patzy, tres millones de hectáreas han sido parte del proceso de reforma agraria en beneficio de los campesinos, como reivindicación de las víctimas de la “masacre de Pando”.

El comunicador señaló sin dudas que la derecha política y los elementos de poder económico bolivianos estuvieron detrás de la masacre. “Fueron grupos de derecha violentos, racistas y armados”, los responsables indicó. Así como en Pando, indicó, en la actualidad las acciones de oposición al proceso de cambios boliviano se desarrollan sin cesar. Pero bajo modalidades “de cuarta generación” referidas al manejo informativo, la financiación externa de grupos disidentes, entre otros aspectos.

Escucha la entrevista con Patzy en audio adjunto.