Durante el segundo día del Encuentro Nacional del Movimiento Ríos Vivos Colombia, el representante de la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo (ASOQUIMBO), profesor Miller Dussán Calderón, presentó sus tesis para que este movimiento social siga su proceso de lucha y resistencia por una transición energética justa frente a un modelo de desarrollo basado en las actividades extractivas.

Parte de sus tesis se sustentan en “el reclamo” que una mariposa amarilla le hizo por estos días. Dice que le dijo: “Recuerden ustedes, humanos, que lo único que han hecho es destruirnos a nosotros”.

Los tiempos de explotación de la naturaleza no se condicen con los de su recuperación. Por eso, parte de las alternativas que propone Miller son: construir un movimiento nacional de resistencia, así como un modelo minero energético que armonice igualdad social y justicia ambiental; generar energía para satisfacer las necesidades de cada comunidad, no las necesidades de países que compran barata la energía generada desde el sur global para sustentar su consumos excesivos de energía producida a costa de explotar recursos naturales de otros; todo esto de la mano de una sustitución progresiva de la cultura fósil: que la energía sea para nosotros y gratis.

Estas palabras recuerdan el cántico de Ríos Vivos: “Agua y energía, no son mercancía”.

Otras propuestas de Dussán Calderón son: la creación de un fondo energético nacional, suspender cualquier tipo de explotación minera, que el Estado prohíba el uso de técnicas como el fracking, crear una ley de transición energética, atender adecuadamente a las víctimas afectadas por los impactos de los proyectos minero-hídrico-energéticos.