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¿Cuántos crímenes socioambientales y contra los DDHH son necesarios para decir basta?

El 23 de agosto Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC) [1] junto a organizaciones y movimientos sociales de la región, realizan una actividad pública en Tegucigalpa, capital de Honduras, para presentar la necesidad y urgencia de avanzar en la aprobación de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre empresas transnacionales y derechos humanos.

La actividad contará con tres mesas de exposiciones y más de 15 expositores/as de diversos países de la región. El objetivo es lograr nuevos apoyos de los gobiernos democráticos de América Latina y el Caribe de cara hacia la octava ronda de negociaciones en Naciones Unidas (ONU) sobre el Tratado Vinculante [2], una herramienta para enfrentar la arquitectura de la impunidad y permitir a las comunidades afectadas acceder a la justicia.

 

 

Radio Mundo Real conversó con la coordinadora internacional del programa de Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo de Amigos de la Tierra Internacional [3] (ATI), Letícia Paranhos. La activista recordó que el proceso del Tratado Vinculante en la ONU comenzó en 2014, en un contexto de gobiernos progresistas en América Latina y Caribe. Con el paso del tiempo, los golpes de Estado y la escalada neoliberal en la región, “el documento fue perdiendo su alma, se convirtió en un documento vacío, un papel en blanco”.

Entonces, ¿por qué es importante ponerlo hoy sobre la mesa? Para la coordinadora de ATI, “aprovechar los contextos nacionales es importante”. El giro hacia la izquierda en varios nuevos gobiernos de la región aumenta las chances  de avanzar en un “documento internacional vinculante, ya no basado en voluntarismos, automonitoreo o check list de empresas”.

¿Por qué es urgente un Tratado Vinculante de ONU sobre empresas transnacionales y derechos humanos?

Bangladesh, Daka, 24 de abril de 2013, la estructura del edificio Rana Plaza, que albergaba a más de 5000 trabajadores/as textiles, se derrumbó [4]. Los/as trabajadores/as ya lo habían advertido, el edificio no estaba en condiciones. Murieron 1130 personas y más de 2000 resultaron heridas. La mayoría eran mujeres. Los talleres de costura que allí se encontraban confeccionan las prendas que vemos en las vidrieras de nuestros países. Si, en casi todos ellos. La responsabilidad es de reconocidas marcas de ropa, empresas transnacionales de la moda.

Brasil, Brumadinho, 24 de enero de 2019, un embalse con 12 millones de metros cúbicos de lodo con residuos tóxicos se rompió y ocasionó una masacre [5]. 272 personas murieron y más de tres años después todavía hay 11 desparecidas. A medida que pasó el tiempo los impactos fueron más claros. Hoy se estima que por lo menos un millón de personas fueron afectadas. La responsabilidad es de una empresa transnacional brasileña, Vale, corporación que luego de haber destruido vidas, biomas y comunidades sigue operando impunemente.

En la región amazónica de Ecuador, hace casi 30 años que las comunidades afectadas luchan por justicia contra la trasnacional Chevron, ex Texaco [6], por sus innumerables crímenes: vertido de agua tóxica en ríos, derrames cotidianos de crudo (en seis años se estima que hubo más de 900 derrames en la selva amazónica ecuatoriana), y haber ocasionado lluvias ácidas por la quema de gas en mecheros. Son sólo algunos ejemplos. Aún impune, Chevron opera en más de 20 países del mundo.

Las estrategias de las empresas transnacionales para salir impunes de estos delitos son varias: vender sus activos e irse de los países donde ocasionaron los desastres, pagar pequeños montos en multas y seguir operando, incidencia política y judicial, criminalización de las comunidades que denuncian, esconderse en sociedades anónimas sin nombre ni caras, o en empresas subsidiarias que se sacrifican por la matriz, entre otras.

Todas estas maniobras se enmarcan en la llamada arquitectura de la impunidad [7], que protege a las empresas transnacionales. Letícia agregó otras estrategias utilizadas: los acuerdos de libre comercio y el maquillaje. “El maquillaje lila para estar cerca de las mujeres y el maquillaje verde, lleno de ambientalismos de mercado, funcionan para que los crímenes casi que se compensen (según la lógica de las empresas) con la responsabilidad social corporativa”.

“Las trasnacionales están en el centro del sistema que queremos cambiar, capitalista, racista y patriarcal”, dijo Paranhos, quien también será una de las expositoras de la actividad del 23 de agosto en Tegucigalpa. “Las leyes no son todo, pero es una herramienta que nos permite hacer una lucha más justa”, agregó.

 

 

¿Cuáles son los puntos centrales que propone ATI y la Campaña Global para Desmantelar el Poder de las Transnacionales y Poner Fin a la Impunidad?

Desde las organizaciones sociales que son parte de la Campaña Global [12] llevan una propuesta concreta para las negociaciones de la ONU a realizarse en Ginebra en octubre. Dentro de esta redacción se destacan siete puntos o líneas rojas, que son indispensables para avanzar.

Letícia los explicó así: 1. El “alcance” del Tratado Vinculante debe ser las empresas transnacionales. Esto implica no incluir a todas las empresas, para que sea una regulación específica para las corporaciones que no conocen fronteras. 2. La primacía de los derechos humanos sobre los comerciales. Ningún tratado de libre comercio o de inversiones debe estar sobre los derechos de los pueblos. 3. Que se dispongan explícitamente obligaciones para las empresas. 4. Responsabilidad solidaria. Esto implica que, si una empresa tercerizada o subsidiaria vulnera derechos humanos, también la casa matriz debe ser responsable. 5. Creación de una Corte Internacional que juzgue los casos de violaciones de derechos humanos por parte de empresas transnacionales. 6. Los/as protagonistas y sujetos de derecho de este Tratado deben ser las comunidades afectadas 7. Protección frente al acaparamiento empresarial en los procesos de preparación, negociación e implementación del Tratado Vinculante.

Sobre las expectativas ante la nueva ronda de negociaciones, Leticia es optimista, sabe que no será fácil, pero confía en el proceso de construcción “desde abajo” y los fuertes argumentos jurídicos que han logrado generar colectivamente. Además, aseguró que “es fundamental trabajar con los gobiernos, que estén al tanto, conozcan nuestras propuestas, porque finalmente quien puede hacer cambios en las propuestas son los Estados (…), que entiendan que este puede ser un marco regulatorio crucial, el primer marco regulatorio internacional sobre derechos humanos y empresas trasnacionales”.

Para profundizar sobre estas líneas y democratizar argumentos y conocimientos es que desde ATALC se transmitirá en vivo por la red social Facebook la actividad completa del 23 de agosto desde Honduras. Radio Mundo Real se sumará y realizará una re transmisión, además de la cobertura. Compartiremos toda la información actualizada en nuestras redes sociales.