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Rodeados por la minería

Los datos fueron presentados durante la Asamblea Popular de la Minería, el 11 de junio, en Eldorado do Sul. En ese mismo municipio del estado de Rio Grande do Sul, el 27 de junio realizarán una audiencia pública sobre la Mina Guaíba, informaron desde Amigos de la Tierra Brasil.

La cantidad de proyectos de explotación minera convierte a ese estado en “la nueva frontera de la minería para el capital”, opinaron desde la organización ambientalista.

Organizada por el Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM) y el MST (Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra), la Asamblea Popular de la Minería contó con la participación de algunos concejales, ambientalistas, movimientos sociales y la comunidad local.

Allí acordaron un pronunciamiento contra la implementación de proyectos mineros como el de la Mina Guaíba, que pretende ser la mayor mina de carbón a cielo abierto de Brasil.

Esta mina preocupa a los habitantes por los efectos que tendrá en la salud y porque les obligaría a realojarlos forzosamente en otro lado, sacando a quienes viven en el Loteamiento Guaíba City y el Asentamiento Apolonio de Carvalho, territorio conquistado en 2007 por luchadoras y luchadores de la reforma agraria del MST.

Otros tres megaproyectos llaman la atención: la extracción de titanio en San José del Norte, de plomo y cinc en Caçapava del Sur, y de fosfato en Lavras del Sur. «En esos cuatro proyectos, percibimos que hay el intento de acelerar el proceso para aprobar las licencias ambientales», dijo Michele Martins, del MAM.

La mayor parte está ubicada en la mitad Sur, donde justamente hay una gran diversidad económica, social y cultural, con asentamientos rurales y la presencia de comunidades que mantienen la preservación ambiental y producen sus ingresos a partir de la agricultura y la pesca.

Una de las estrategias de Copelmi, empresa responsable del proyecto de la Mina Guaíba, es la de construir un discurso de que las personas de las comunidades viven sin «dignidad humana» y que la empresa mejoraría sus vidas. En visitas a las comunidades, los Amigos de la Tierra pueden ver que hay mucha voluntad por parte de los habitantes de luchar por la permanencia en el área.