Organizaciones campesinas y de defensa de los derechos humanos, entre ellas el Comité de Unidad Campesina (CUC), recordaron este 31 de enero en Guatemala el 42º aniversario de la masacre cometida en la Embajada de España de ese país, cuando fuerzas de seguridad quemaron vivas a 37 personas que reclamaban el cese de la represión en Quiché.
Durante el acto de rememoración, las personas presentes hicieron una ronda alrededor del fuego y recordaron, uno por uno los nombres de las víctimas.
“Hace 42 años, el 31 de enero de 1980, el mundo se estremeció ante la noticia de que un grupo de campesinos y campesinas, junto a estudiantes universitarios, pobladores de asentamientos, obreros, cristianos, conscientes y comprometidos en la lucha contra la pobreza, que exigían el cese de la represión y de la masacre que se estaba dando en el Norte del Quiché, además de funcionarios de la Embajada de España en Guatemala, fueron quemados por las fuerzas gubernamentales. La brutalidad y la violación de toda norma, que fue el asalto a la Embajada de España, así como la invisibilización de este hecho por los sectores dominantes y la ausencia de dignificación de quienes fueron masacrados, hacen que éste sea un hecho paradigmático, que reafirma la necesidad de continuar luchando por la justicia», expresaron en conferencia de prensa [1].
«Hemos hecho un juramento entre quienes estamos en CUC, para que cada año haya un compromiso con la memoria, con la vida de las personas quemadas vivas acá (27 hermanos de las comunidades mayas, quiché, cakchiquel, achí: hermanos mestizos, estudiantes, trabajadores/as de la embajada que venían a denunciar las masacres que sufrían en sus pueblos, y fusionaron su vida, su cuerpo y su sangre a través del fuego asesino del Estado de Guatemala, fusionaron sus mentes en ese fuego que lanzaran con lanzallamas a la casa que era la Embajada de España en ese entonces.
«Queremos heredarles a las futuras generaciones de organizaciones campesinas y sindicales, que este día es para rememorar, que es cada año traer la memoria de nuestros héroes y mártires que fueron quemados vivos al presente, intentar conectar nuestras energías de la madre naturaleza de nuestros héroes y mártires con las nuevas generaciones».
Por justicia y contra la impunidad
En 1999, los hechos fueron investigados y condenados por una Comisión por la Verdad de Naciones Unidas. En 2015, un tribunal guatemalteco sentenció a 40 años de cárcel por asesinatos al exjefe policial Pedro García Arredondo, único responsable material del asalto y quema de la Embajada que se ha podido procesar. La misma sentencia le impuso otros 50 años de pena por la muerte de dos estudiantes. El tribunal también lo consideró culpable por asesinato en grado de tentativa del embajador Máximo Cajal, quien sobrevivió con graves quemaduras y que, gracias a la protección de los embajadores de Costa Rica, Venezuela y Estados Unidos, se evitó que corriera la misma suerte que el campesino Gregorio Yujá, el otro sobreviviente de la quema, asesinado posteriormente.
Pascual también valoró la reciente sentencia contra cinco ex paramilitares condenados por actos de violencia sexual como crímenes de lesa humanidad, cometidos contra 36 mujeres achí durante el conflicto armado y el genocidio cometido en Guatemala entre los años 1960 y 1966. El proceso judicial comenzó en 2018 y, hace poco más de una semana, el tribunal condenó a estos paramilitares a 30 años de cárcel por delitos de lesa humanidad. En 2018, este grupo de mujeres indígenas habían iniciado el proceso judicial.