El gobierno del Presidente Jovenel Moise empezó este 5 de noviembre una operación para sacar las barricadas en la calles de Puerto-Principe, tras 8 semanas de movilizaciones ininterrumpidas.
«La policía acompañada con civiles armados matan, hieren sin piedad a todas las personas que encuentran en su camino. La población civil defendió sus barricadas con piedras y lanzando botellas. Los sicarios de Jovenel han huido de la zona», informaron este martes medios solidarios con el pueblo haitiano.
El sociólogo y periodista argentino Lautaro Rivara, integrante de la Brigada Dessalines y de ALBA Movimientos, advertía este martes que «el gobierno de Jovenel Moise quiere llevar al país a una guerra civil para justificar una invasión estadounidense», dijo en diálogo con RMR. Compartimos su reporte desde Puerto Príncipe en el audio que acompaña esta publicación.
Rivara informó que Estados Unidos anunció que enviará 2.000 toneladas de alimentos a Haití a través de la USAID: «Según el Miami Herald «no habrá soldados americanos distribuyendo las raciones» tal como entrelíneas había solicitado el gobierno de Moise».
Según las fuentes de la USAID, el 35% de los haitianos atraviesan urgencias alimentarias. «Lo que no dicen es que fue la propia USAID, los Estados Unidos, el FMI y el Departamento de Estado quienes destruyeron la producción agrícola nacional desde la década del 80 -opinó Rivara- Así Haití pasó de ser un país que se autoabastecía y exportaba arroz y otros productos agrícolas, a ser el cuarto mayor importador de arroz norteamericano. La competencia desleal arruinó a los productores, generó un éxodo rural masivo y aumentó el precio de los alimentos».
«El origen de la crisis alimentaria está en las políticas neoliberales y neocoloniales. Sin un cambio de gobierno y de sistema el hambre seguirá agravándose. Debemos estar atentos a que ésta no sea la puerta de entrada de una nueva «invasión humanitaria» como tantas otras», advirtió Lautaro Rivara.
Es la octava semana consecutiva de protestas en el país, que incluye una amplia agenda de reclamos, como resultado de una grave crisis económica y energética que castiga a la gran mayoría de la población muy pobre y unificada bajo el demanda común de exigir la renuncia inmediata del presidente Jovenel Moïse (PHTK) y todo su gabinete.
“Otra dimensión importante es la represión policial: el silencio sostenido por los organismos internacionales de derechos humanos sobre el tema de Haití es escandaloso y casi cómplice”, nos decía también Lautaro Rivara. Entre el 16 de septiembre y el 27 de octubre, se registraron unas 51 personas asesinadas por armas de fuego, la mayoría de ellas víctimas de la represión policial durante las protestas.