El 5 de agosto la empresa Emgesa emitió una alerta amarilla en el entorno de la represa del Quimbo, por el aumento del nivel del agua en el río Magdalena, lo que afecta a pescadores artesanales aguas abajo de la represa.
Desde las 12 de la noche sonaron las alarmas, cuando abrieron las compuertas y salió mucha agua, relató Miller Falla, pescador artesanal de la zona: “Aquí en el sitio de mi rancha, vino el agua y me la arrancó. Me acabó con todo”.
En el video (ver abajo), Leonardo Piedrahita, pescador artesanal, muestra cómo se ha inundado su casa, a las 5 de la mañana, y denuncia que “la multinacional Emgesa siempre ha tratado de sacar” a los pescadores del lugar, reclamando que ese territorio es “de su propiedad”.
El Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo construido por Emgesa, empresa del conglomerado internacional Enel, inaugurado en febrero de 2011, está al sur del departamento del Huila, entre las Cordilleras Central y Oriental, unos 69 kilómetros al sur de la ciudad de Neiva por la carretera pavimentada que de Neiva lleva a Gigante. Está localizado 1.300 metros aguas arriba de la confluencia del río Páez con el río Magdalena.
Para la Asociación de Afectados por el proyecto hidroeléctrico El Quimbo (Asoquimbo-Ríos Vivos Colombia), el peligro en la zona queda claro por el derrumbe de la carretera que conduce de Gigante a Garzón (en Huila) presentado en el sector Bengala de la obra hidroeléctrica. La emergencia deja incomunicada a una parte del departamento, y es la segunda ocasión en que un hecho similar sucede como resultado de la construcción de una hidroeléctrica, como pasó el año pasado con Hidroituango.
«Lo alarmante de la situación es que ninguna autoridad local, regional y nacional se hace responsable. Todos nos remiten a Enel-Emgesa a quien solo le interesa su generación de energía», dijo Camila Macías desde Asoquimbo.
La organización exige: que reconozcan a los pescadores artesanales aguas abajo del Quimbo como afectados del proyecto; un informe independiente y detallado de la condición de riesgo de la represa y un plan de contigencia, remarcando la responsabilidad del gobierno departamental y nacional por haber decidido construir la represa en el Quimbo. “El silencio estatal es cómplice de la impunidad de Emgesa», expresaron en un comunicado emitido el 5 de agosto, titulado «¿Quién le responde a los pescadores artesanales afectados por las descargas “controladas” del Quimbo?».
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El 9 de agosto se llevó a cabo el plantón en el municipio Garzón y, en Bogotá, la audiencia inicial de nulidad de la licencia ambiental del proyecto hidroeléctrico El Quimbo, que logró las expectativas de los demandantes Tierra Digna y Asoquimbo-Movimiento Ríos Vivos Colombia.
El recurso había sido interpuesto en 2014 y, al finalizar la audiencia, el Consejo de Estado reconoció la validez jurídica de la demanda, que señalaba que las instituciones avalaron el proyecto y otorgaron la licencia ambiental «sin el cumplimiento de los requisitos mínimos, ya que carecía de estudios previos que permitieran prever las afectaciones y daños causados a las comunidades, a los ecosistemas y al patrimonio cultural».
Se fijó para el 11 de diciembre la realización de pruebas testimoniales y la entrega de informes de seguimiento y control de organismos como la Defensoría del Pueblo, la Contraloría y la Procuraduría, entre otras solicitadas por las organizaciones ambientalistas.
Esta es la primera demanda de nulidad contra un proyecto de interés nacional y estratégico, lo que constituye un precedente jurídico para exigir nulidad de otros proyectos minero energéticos, en defensa de la vida y los territorios.