Desde el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, la Asamblea El Algorrobo [1] lleva adelante un bloqueo selectivo informativo para frenar el avance de la empresa canadiense Yamand Gold en el yacimiento de Agua Rica. Dos semanas después, con el argumento de la emergencia sanitaria, llegaron a la ciudad fuerzas policiales y «grupos de choque». Organizaciones sociales, ambientalistas y de derechos humanos denuncian que Andalgalá está “militarizada”.
Andalgalá es una localidad ubicada al norte de Argentina, en la provincia de Catamarca. Hace 12 años que vecinas y vecinos de la zona formaron la Asamblea El Algarrobo contra la explotación minera porque, como sostienen en una de sus consignas, “el agua es vida, el oro es un metal”. Hoy resisten al proyecto MARA, una fusión estratégica de dos yacimientos: La Alumbrera y Agua Rica [2], éste último es tres veces más grande que el primero instalado en el año 1997.
Catamarca se encuentra en medio de una crisis hídrica, es una de las provincias más pobres de ese país sudamericano y tiene altos índices de contaminación. Las empresas mineras toman y contaminan el agua de los ríos, que las comunidades usan para su consumo personal y para producir con agroecología.
Gabriela Marsilli, integrante de la Asamblea vecinal y del medio alternativo Radio El Algarrobo, contó a Radio Mundo Real sobre las medidas de lucha que llevan adelante: “Estamos exigiendo que paralicen las actividades; lo hacemos en función de las leyes que nos amparan, la ley general del Ambiente, la ley de Glaciares [3] y la ley de Bosques” y agregó “estamos exigiendo también la paralización de los once pozos que autorizaron luego del último informe de impacto ambiental”.
En 2010, científicos catamarqueños presentaron un informe donde detallan la aparición de enfermedades en Andalgalá, con un porcentaje de incidencia mucho más alto en comparación con el resto del país: “El cáncer de hueso es tres veces más alto. La incidencia de Esclerosis Múltiple, 500% más alta. Los casos de cáncer son 800% más frecuentes. Las respiratorias en niños son superiores al 300%”, indica el informe citado en revista Anfibia [4].
A pesar de que, en 2016, la Corte Suprema de Justicia de Argentina ordenó suspender la exploración y explotación minera en la localidad, el 23 de diciembre del 2020 la Corte de la Provincia de Catamarca falló a favor de la minera y dictó la inconstitucionalidad de la Ordenanza Municipal que prohibía esa actividad en Andalgalá.
La Asamblea y el municipio apelaron la decisión judicial. Por lo tanto, la ordenanza está en litigio y no debería interpretarse como que la explotación minera quedó habilitada nuevamente.
Organizaciones sociales y ambientalistas como Amigos de la Tierra Argentina, el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos también criticaron la sentencia de la Corte de Catamarca [5]. Consideraron que el fallo “pone en jaque el orden democrático local”.
Mientras tanto, la empresa transnacional Yamand Gold retomó su actividad en el yacimiento Agua Rica, desconociendo completamente que la megaminería en Andalgalá no tiene licencia social. Estos trabajos, según explica la Asamblea El Algarrobo en sus redes sociales, fueron autorizados por el gobierno provincial que encabeza Raúl Jalil.
Marsilli destacó la solidaridad de la comunidad andalgalense y denunció amedrentamientos y lesiones que sufrieron dos integrantes de la Asamblea El Algarrobo que fueron embestidos por un auto, sumado a la llegada masiva a la ciudad de policías y “fuerzas de choque” en los últimos días.
“La ciudad está totalmente militarizada. Nos quieren hacer creer que vienen a prevenir aglomeraciones por el coronavirus, pero todos sabemos que vienen por el oro. Queremos que bajen las máquinas del cerro y queremos que se vayan de nuestro territorio de manera definitiva”, dijo Gabriela.
“Difundir es nuestra mejor protección”
Horas después del contacto de RMR con Gabriela Marsilli, el sábado 10 de abril, se realizó la caminata [7] número 583: una manifestación pacífica que las y los vecinos realizan desde hace once años, salvo que en esta ocasión hubo incidentes. En las redes sociales los ambientalistas organizados expresaron: “Desde la Asamblea El Algarrobo negamos cualquier vinculación con incidentes violentos. Además denunciamos públicamente a la policía por liberar la zona y enviar infiltrados que comenzar los incendios y los ataques contra el inmueble donde Agua Rica tiene sus oficinas”.
El lunes 12 de abril en horas de la mañana, por orden de Fiscalía, la policía de Catamarca comenzó a detener a integrantes de la asamblea El Algarrobo inculpándolos de los incidentes con las oficinas de Agua Rica sucedidos en la caminata. Según informo la asamblea, “con una orden emitida por la Fiscal subrogante Soledad Rodríguez (quien trabajó como abogada activamente para las empresas mineras y fue parte de Camyen) la policía está entrando violentamente en la casa de los asambleístas, golpeando a los compañeros y plantando pruebas a fin de criminalizar a los defensores del agua en Andalgalá”.
Se emitieron 25 órdenes de detención y hasta el momento se hicieron efectivas siete (Walter Mansilla, Aldo Flores, Enzo Brizuela, Sara Fernández, Matias Paz, Augusto Brizuela, Damián Abel). En estas semanas se han realizado movilizaciones en distintos puntos de Argentina pidiendo la liberación de las personas detenidas y rechazando la criminalización de la protesta.
En las últimas horas, los asambleístas denunciaron estar siendo observados con drones que sobrevuelan las casas de personas relacionadas a la defensa del agua, así como la circulación de una camioneta desde la que de día filman y fotografían a manifestantes que exigen la liberación de los detenidos y, de noche, se detiene frente a sus casas. Dentro del vehículo las personas llevan sus caras cubiertas y muestran armas largas.
Defender el agua no es delito
Desde Amigos de la Tierra Argentina enviaron una nota urgente al gobierno de la Provincia de Catamarca por la liberación inmediata de los siete asambleístas detenidos el lunes 12 y el cese de las labores de exploración en las inmediaciones del río Minas, que alimenta la ciudad de Andalgalá. Lee la carta aquí [8].