Estas líneas están destinadas al fracaso. Buscan un objetivo inalcanzable. ¿Cómo honrar la vida, las ideas, el pensamiento y la acción de quien entregó su existencia a las causas de los pueblos sin miramientos, y formó, y seguirá formando, a generaciones de luchadoras?
Nalu Faria fue y será una referencia ineludible para entender el feminismo popular, con corte de clase, de la calle. Quienes nos hicimos adultas rodeadas de los movimientos sociales supimos que escuchar a Nalu era la mejor manera de comenzar nuestro camino feminista. Para comprender las injusticias de género y por qué el patriarcado es el sostén del capitalismo, lo primero era leer y escuchar a Nalu.
Los años y su compañía pusieron las cosas en su debido lugar, y comprendimos que Nalu era esencial para entender los entrecruzamientos de nuestras luchas. Y que la lucha feminista debía ser interseccional, no podía desentenderse de la lucha ambiental, de las protestas de la clase trabajadora, de la lucha antirracista, de la defensa de los Pueblos Indígenas de sus territorios, de las protestas de las campesinas del mundo en defensa de sus semillas. Nalu nos enseñó que la lucha es una y hay que darla.
Con Nalu aprendimos que el machismo oprime a las mujeres en las calles, en los espacios laborales, militantes y de diversión, incluso en nuestras familias y en nuestros vínculos de amistad. Y que la voracidad y miseria del sistema capitalista neoliberal no podrá ser derrotada sin desmantelar el patriarcado. Menudo legado del feminismo popular para las luchas de los pueblos.
Con Nalu también supimos de lucha de clases, de unidad en la diversidad, de la indivisible relación entre pensamiento y acción, de solidaridad internacionalista, de la necesidad de rebelarse ante cualquier injusticia, más acá o más allá en el globo.
El feminismo tiene que ser anticapitalista, decía Nalu, porque no se puede hablar de igualdad dentro del capitalismo. Nalu fue una feminista de la primera línea. Marcó un antes y un después para todas nosotras. Aún así, parece más justo con su vida reconocerla como una compañera con la que aprendimos a abrazar el sentido de justicia, las luchas de los pueblos. Nos enseñó de militancia y dedicación. Nos impregnó la necesidad de poner la vida en el centro, la urgencia de pensar en el conflicto capital-vida.
Por eso no se puede etiquetar a Nalu, fraccionarla y entenderla solo como una gran feminista. Nalu fue una inmensa luchadora social, una gran articuladora entre movimientos, una artífice de la integración de los pueblos y la unidad, que entendía a las mujeres como sujetos políticos colectivos en acción junto a tantos otros sujetos políticos colectivos.
Nalu fue también generosidad, afecto, sonrisas, tal vez por aquello de que hay que endurecerse sin perder jamás la ternura. Nuestra compañera desparramó humildad y una hermosa disposición a los tiempos de disfrute, de anécdotas y carcajadas, con quienes cada tanto coincidíamos en su camino. Era una más entre nosotras y era muy placentero estar con ella.
Nalu guió el camino sin ostentar la obvia predominancia de su claridad política, conceptual y estratégica. Tal vez eso sea lo que más se extrañe, esa leve forma de llevar su brillantez a cuestas. Siempre tan llana.
Su ausencia duele, infinitamente. El vacío hunde el pecho. Pero qué ausencia tan presente. Entre sus compañeras de Sempreviva Organização Feminista, de la Marcha Mundial de Mujeres, y de todas quienes hacemos parte de los movimientos populares de América Latina y el mundo, andan un montón de orgullosas Nalues en las que prendieron sus ideas y sus formas. Ese ha de ser su mayor regalo. Nalu fue una formadora de formadoras. Y en ellas, y en nosotras, se hará eterna.
Por eso el título de estas líneas, y nuestra despedida: ¡Nalu Faria presente, hoy y siempre!
Radio Mundo Real.
Para conocer más del pensamiento de Nalu, puedes acceder a esta notas en RMR:
“La lucha feminista no es solo agregar derechos a las mujeres sino construir otra forma de sociedad” [1]
“Este sistema es incapaz de garantizar los cuidados para la vida” [2]
Entregaron propuesta de Tratado Vinculante sobre trasnacionales y DDHH a gobierno hondureño [3]
Solo el pueblo salva al pueblo. Encuentro regional de América Latina y el Caribe. [4]