Este martes, los pueblos indígenas fueron duramente reprimidos mientras se manifestaban en defensa de sus derechos y contra el proyecto de ley PL 490 en la Cámara de Diputados de Brasil.
La propuesta prevé que, para tener una tierra demarcada, los pueblos deben probar que ya la ocupaban al 5 de octubre de 1988, fecha en que la actual Constitución fue promulgada, aunque –como han expresado antes [1]-: «En 1500, los pueblos indígenas ya existían aquí. Brasil no fue descubierto, fue invadido. Nuestras tierras fueron tomadas, varios de los pueblos fueron masacrados, diezmados».
Cuando llegaron al Anexo 2 de la Cámara de Representantes, donde se manifestaban diariamente desde hacía dos semanas, fueron atacados por un gran contingente de policías con bombas y balas de goma, en una acción truculenta que se saldó con dos indígenas hospitalizados y al menos otros 10 heridos.
Dos indígenas (un hombre y una mujer) están en observación en el Hospital de Base de Brasilia, con heridas graves, informó la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) [2]. Una docena de niños, ancianos y mujeres han sufrido heridas leves y fueron atendidos en la carpa sanitaria del Campamento Levante pela Terra, junto al Teatro Nacional. El tratamiento de emergencia de los indígenas se vio dificultado por las tropas de choque que se encontraban en el lugar, como puede verse en algunos vídeos del momento del ataque.
Este miércoles 23, el Proyecto de ley 490 vuelve al Congreso y es el único tema previsto para tratarse en Diputados. De esta manera, «ignoran todos los llamamientos de cerca de 850 indígenas de más de 40 pueblos que participan en el Levante Pela Terra, en Brasilia, y los innumerables pueblos que se han manifestado en sus pueblos y regiones», expresaron desde la Comisión Pastoral de la Tierra.
La CPT presentó hace menos de un mes su informe anual sobre conflictos en el campo por el acceso a la tierra [3] en Brasil. El registro deja en claro que los más afectados son los pueblos indígenas, las mujeres y las infancias. Vuelve a escuchar nuestra entrevista con la coordinadora de CPT, Isolete Wichinieski, aquí [3].