La Corte Federal de Malasia, máximo órgano de resolución judicial, desestimó de forma unánime un recurso presentado por la minera Raub Australian Gold Mining (RAGM) con una demanda por difamación contra la activista Sherly Hue, que integra la resistencia a la operación de la empresa en la zona de Bukit Koman, estado de Pahang.
La decisión judicial de mediados de febrero, que termina con un caso iniciado en 2013, fue de la mano de las antes estipuladas por la Suprema Corte de Justicia y la Corte de Apelaciones malayas. Sherly es la vicepresidenta del Comité de Acción para la Prohibición del Cianuro en la Minería de Oro, creado en 2006 para resistir a la fábrica que finalmente empezó operaciones en 2009.
La activista había sido acusada por la compañía por supuestas difamaciones en dos declaraciones a la prensa, en las que, según argumentaba la empresa, Sherly había vinculado la operativa de la fábrica con afecciones a la salud de los pobladores locales. La Corte Federal determinó que en uno de los casos las palabras de la acusada a la prensa no fueron difamatorias y en el segundo caso la empresa ni siquiera pudo probar que Sherly hubiera realizado las denunciadas declaraciones. Así lo explicó a Radio Mundo Real la abogada Jessica Binwani, una de las asesoras del caso, en entrevista brindada a nuestra compañera Theiva Lingam, de Amigos de la Tierra Asia Pacífico.
La organización Sahabat Alam Malaysia (SAM) – Amigos de la Tierra Malasia apoyó a la acusada en el caso judicial y al Comité de Acción para la Prohibición del Cianuro en la Minería de Oro, y saludó la resolución de la justicia. SAM también subrayó partes del alegato de la Corte de Apelaciones, respaldada por la Corte Federal, en las que afirmaba que los grupos de activistas “han contribuido mucho al bienestar general de la sociedad en su conjunto” y destacaba los conceptos de transparencia, rendición de cuentas y libertad de expresión.
También en entrevista con Radio Mundo Real a través de Theiva, Sherly manifestó su alegría por la resolución de la justicia porque “las personas que han sido oprimidas por más de una década han finalmente triunfado en la defensa de su derecho a decir la verdad”. También agradeció a SAM, a Amigos de la Tierra Internacional, y a otras redes por el respaldo durante el juicio, que duró seis años.
Por su parte, Binwani destacó que uno de los principios legales que se destaca en el caso es el de la libertad de expresión, y que la Corte Federal enfatizó el derecho de las personas a hablar en defensa del interés general, sobre temas como la salud pública y el medio ambiente. Este caso “es un paso adelante inmenso referente a las leyes de difamación y por la libertad de expresión en el país”, dijo, y agregó que sienta un precedente muy importante para casos de intimidación y persecución contra activistas.
La demanda legal como recurso para callar la resistencia organizada
La empresa Raub Australian Gold Mining Malaysia, subsidiaria de la compañía inglesa Peninsular Gold Limited, inició en 2008 la construcción de una planta de lixiviación de oro con uso de cianuro para obtener el metal en el pueblo malayo de Bukit Koman, distrito de Raub, estado de Pahang (a unas dos horas de viaje terrestre de la capital Kuala Lumpur). En febrero de 2009 la corporación empezó su operativa y a partir de ese momento los pobladores comenzaron a sufrir alergias en la piel, dificultades en la vista y vías respiratorias, entre otras afecciones. [1]
En una misión de solidaridad realizada por Amigos de la Tierra Internacional a Bukit Koman en octubre de 2014, en la que estuvo Radio Mundo Real, la propia Sherly y la defensora de derechos humanos Tan Hui Chun, integrante del grupo Kuala Lumpur Selangor Chinese Assembly Hall, deunciaron que durante el primer y segundo mes de operaciones de la minera hubo en el pueblo más de 300 reclamos presentados por habitantes con afecciones de salud.
En 2010 se realizó un estudio sanitario a través de una Universidad. Pero, curiosamente, nunca se conocieron los resultados. Fue entonces que el Comité de Acción para la Prohibición del Cianuro en la Minería de Oro y los grupos de apoyo realizaron en mayo de 2012 un estudio propio, con 383 personas voluntarias de Bukit Koman entrevistadas. Los resultados estuvieron listos en junio y dieron como resultado que el 50 por ciento de las personas dijo que tenía problemas respiratorios, y el 40 por ciento dificultades en la vista y manifestaciones alérgicas.
Se decidió entonces hacer una conferencia de prensa en Kuala Lumpur para anunciar los hallazgos y llamar la atención de las autoridades. El objetivo era que al menos se estudiara la situación en detalle. Los pobladores de Bukit Koman querían saber si las afecciones de salud respondían de alguna forma al trabajo de la planta. Luego de la participación de Sherly y otros activistas en esa actividad, RAGM inició demandas por difamación contra varios activistas. Algunos de ellos luego pidieron disculpas para evitar la continuidad de los casos.
No obstante, Sherly prefirió no hacerlo, porque consideró que no había cometido ningún error y que las demandas de la comunidad eran justas. Dijo en ese entonces a Radio Mundo Real: “Estamos luchando por nuestros derechos. Todo el mundo tiene derecho a vivir en un lugar seguro. No veo que hayamos hecho nada mal”. Aseguró además en ese entonces que era “una mujer común judicializada por decir su verdad” [2]. El tiempo le dio la razón.
Idea y convicción: la defensa de los derechos como bandera
RAGM cerró tiempo atrás su fábrica en Bukit Koman. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer para sus detractores. Ahora el Comité de Acción para la Prohibición del Cianuro en la Minería de Oro y SAM, entre otras organizaciones, reclaman que el gobierno ordene a la compañía la limpieza de la zona de operaciones y la rehabilitación de la vieja mina. La actividad minera fue fundamental para la economía local hasta la década de 1960-1970.
Además, “el gobierno debe prohibir el uso de cianuro en la minería de oro porque es un químico perjudicial para la salud pública y el medio ambiente”, manifestó Sherly. También “se deben revisar todas las licencias mineras que permiten el uso de cianuro en el proceso de extracción de oro”, demandó.
Binwani, por su parte, subrayó que lo más impresionante de este caso fue la resolución de Sherly para mantener la lucha legal. “Ella se negó a rendirse. Lideró el camino para darle continuidad a la lucha, y es asombroso el espíritu, la fortaleza y el coraje del pueblo de Bukit Koman, al punto que la fábrica cerró y ellos siguen la pelea por la limpieza de la zona, porque todavía son afectados”.
Vea además video de Amigos de la Tierra Internacional editado luego de la misión de solidaridad a Bukit Koman realizada en 2014.