En la jornada de la apertura oficial de la Cumbre del G20 en Buenos Aires, a una década de inaugurado el grupo a instancias de los Estados Unidos, más de 50 mil personas desfilaron por una ciudad desolada en rechazo a los pactos de las super potencias en detrimento de los derechos de los pueblos y los bienes comunes.
Con Argentina sumida en una crisis económica y social que ha “fabricado” millares de pobres; Brasil en transición hacia la presidencia de Jair Bolsonaro y el creciente enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China, la movilización quebró el silencio reinante y trajo la voz de reachazo de las organizaciones locales y algunas internacionales a las calles de Buenos Aires.
La Cumbre de Buenos Aires tuvo momentos insólitos como fue la firma de un nuevo Tratado de Libre Comercio para América del Norte entre los mandatarios de Canadá, Estados Unidos y México, a menos de 24 horas de que éste entregue el poder a su sucesor, Manuel López Obrador.
El detallismo mediático sobre diseños de vestuario de los mandatarios, menúes y vehículos blindados no pudo ocultar una marcha de casi tres kilómetros de extensión que se desarrolló bajo la mirada atenta de miles de policías amrados a guerra, pese a lo cual culminó sin represión ni incidentes. Una de las principales capitales de América del Sur lució casi deshabitada en las zonas de la movilización así como en aquellas que transitaron las delegaciones tanto de los 20 estados que concentran un 85 por ciento del Producto Bruto Interno mundial como de agencias internacionales como FMI, Banco Mundial y hasta la propia Federación Internacional de Futbolers Asociados (FIFA).
En estas imágenes de Edgardo Matiolli pueden repasarse algunas de las postales de esta marcha 30N que dijo #fueraG20FMI.
