Tres dirigentes del pueblo indígena Tembé fueron baleados el lunes en la localidad brasileña de Tomé-Açu, estado de Pará, a 200 kilómetros de la capital del estado Belém do Pará, cuando se preparaban para recibir una visita del Consejo Nacional de Derechos Humanos.
Según información de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) [1] de Brasil, los disparos fueron realizados por personal de la seguridad privada de una empresa del grupo BBF (Brasil Bio Fuels), dedicada a la producción de palma aceitera.
Según Amigos de la Tierra Brasil, existe un conflicto en la zona entre los indígenas y BBF, la mayor empresa del rubro en América Latina, que tiene operaciones en la zona con “presencia frecuente de personal de seguridad armado dentro del territorio indígena”.
El dirigente campesino Jesus Gonçalves, del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST) [2], dijo a Radio Mundo Real que desde noviembre ya hubo tres intentos de asesinato de indígenas Tembé.
Gonçalves, que hace un seguimiento del conflicto, aseguró que en el territorio “son más de 70 kilómetros en los que siempre se encuentra automóviles con seguridad privada, que actúa conjuntamente con la Policía Militar de la región, para criminalizar y violentar a las personas”. “Es común la denuncia de tortura, de violencia física, psicológica”.
El integrante del MST fue entrevistado el martes por nuestros compañeros Lucia Ortiz y Diego Alejandro Cardona, de Amigas de la Tierra Brasil [3] y CENSAT Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia [4] respectivamente. Ambos participaban junto a Gonçalves de la Marcha de los Pueblos de la Tierra por la Amazonia en Belém do Pará, en el marco de los “Diálogos de la Amazonia” [5].
El 4 de agosto un adolescente fue baleado y los principales sospechosos fueron los integrantes de la seguridad privada de BBF. En 2021, una joven indígena fue asesinada en una de las aldeas.
“El modus operandi de BBF es de completa desconsideración de los dueños de la tierra, que son los Pueblos Indígenas y el pueblo indígena Tembé. La empresa no consigue establecer ningún tipo de relación con ellos, les acusa de robar el fruto de la palma que es plantada en tierra y territorio indígena”, explicó Gonçalves.
El campesino añadió que también hay violencia de parte del Estado brasileño, que no logra atender debidamente el accionar empresarial frente a los indígenas. “La única respuesta que se tiene del Estado es el envío de más tropas para ir contra el pueblo Tembé, no para defender su derecho”, criticó.
Amigos de la Tierra Brasil emitió un pronunciamiento en solidaridad con el pueblos Tembé, en el que exigió que se tomen “medidas urgentes por el gobierno del Estado de Pará” para “proteger a las comunidades indígenas de Alto Acará”. “En el mismo sentido, que haya una investigación para esclarecer rigurosamente los crímenes, y que los responsables sean castigados. Teniendo en cuenta el histórico conflicto territorial, recomendamos que la Policía Federal acompañe el caso”, agregó la organización ambientalista.
En tanto, Gonçalves dejó un mensaje: “la Amazonia en venta parece una Amazonia inhabitada, pero no es inhabitada. Siempre fue habitada por los Pueblos Indígenas, por los pueblos que habitan en la vera de los ríos, los pueblos tradicionales, quilombolas. Todos ellos precisan ser escuchados (y considerados de hecho) ante cualquier proyecto de desarrollo y exploración en la región”.