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Un posible fin a 19 años de impunidad: caso Alex Lemún

Alex Lemún nació el 10 de mayo de 1985. Vivía junto a su familia en la comunidad mapuche Requen Lemún, ubicada en la provincia de Malleco, región de la Araucanía, Chile. En el año 2002, con 17 años de edad, fue asesinado por el entonces Mayor de Carabineros, Marco Aurelio Treuer Heysende.

Diecinueve años después, luego de que el caso recorra los pasillos de la impunidad más recalcitrante, se reabre el juicio contra el culpable de la muerte del adolescente y se espera que para fines de esta semana se dé a conocer el veredicto. Actualmente la comunidad lleva el nombre Alex Lemún y es la primera vez que la familia del joven declara ante un tribunal.

Radio Mundo Real conversó con el abogado Sebastián Saavedra, representante de la familia Lemún e integrante del Centro de Investigación y Defensa Sur [1].

Un asesinato claro, un proceso opaco

El 7 de noviembre del 2002, un grupo de 40 comuneros y comuneras mapuches ocuparon un predio de la Forestal Mininco, una de las forestales más grandes del sur de Chile, en defensa de la tierra. Una patrulla de Carabineros llegó al lugar y con ellos la represión. Saavedra relata los hechos sucedidos hace casi dos décadas: “los carabineros, en particular el Mayor, el comisario de Angol, Marco Treuer, el acusado, procede a disparar con una escopeta antimotines, en primer término con balines de goma y, no siendo suficientes estos balines, según él, procede a cambiar la munición por plomo y realiza cuatro disparos con esa escopeta en contra del grupo de comuneros, dando uno de estos perdigones en la cabeza del adolescente Alex Lemún”. Luego de cinco días en estado de gravedad, el 12 de noviembre del 2002, el joven muere.

El caso comienza a investigarse de forma paralela en el Ministerio Público (Fiscalía de Angol) y en la Fiscalía militar. El Ministerio Público, al corroborar que los perdigones eran de Carabineros, se declara incompetente y remite los antecedentes a la Fiscalía militar, que comienza a investigar y, en agosto del 2013, procesa al carabinero Marco Treuer. Pero la Corte Marcial deja sin efecto el procesamiento y libera de todo cargo a Treuer. En 2004 se dicta el sobreseimiento de la causa y en 2005 se archiva definitivamente.

En 2006 los padres de Alex Lemún llevaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que admitió la denuncia contra el Estado en 2013 y emitió una resolución en 2017 donde condena a Chile por la violación de derechos humanos y la situación de impunidad [2]. Saavedra cuenta que “el Estado de Chile, viendo la inminente condena a nivel internacional, procede a firmar un acuerdo con la familia [3] (…). En el año 2017, la Corte Suprema dicta una resolución dónde declara que la justicia militar ya no es competente para conocer estos hechos”. En 2018 la Fiscalía de Angol formaliza la investigación por “delito de homicidio”.

Una vez reabierto el caso y formalizada la investigación, en 2018 se dicta prisión preventiva para Marco Treuer. Una serie de reprogramaciones judiciales hacen que en 2019 la medida cautelar sea cambiada a arresto domiciliario, medida que se mantuvo durante la pandemia de coronavirus. En mayo del 2021 se intentó reiniciar el juicio oral, pero el coronel retirado, único acusado en la causa, manifestó haberse contagiado de Covid-19.

Diecinueve años después del crimen, la cortina de impunidad construida por la justicia civil, la fiscalía militar, la corte marcial, la omisión del Estado y la pandemia parece ser derribada por familia y comunidad de Alex Lemún: este 27 de setiembre el responsable del asesinato del comunero tuvo que concurrir a declarar en juicio oral.

Declaraciones sin correlato en la realidad

El acusado no ha cambiado su relato central, pero sí su discurso sobre las intenciones de sus disparos. Para Saavedra no hay pruebas que los comuneros mapuches tuvieran armas de fuego; por lo tanto, el argumento de la defensa propia no tiene lugar.

La fiscalía pide condenar a Marco Aurelio Treuer Heysende a diez años de prisión por el delito de homicidio simple. La investigación toma todos los antecedentes de la iniciada en 2002 donde, según el abogado de la familia, “era evidente la participación del carabinero”, y ahora suma el testimonio del hermano de Alex Lemún, que en su momento no declaró por hostigamientos y amenazas.

Justicia selectiva: contexto y repetición

El caso de Alex Lemún es el primero pero no el único. Chile y sus fuerzas represivas tienen una historial de asesinatos a comuneros mapuches. Saavedra explicó cómo se vinculan y qué omisiones posibilitan la impunidad de estos casos.

“Es bastante fuerte, para un país que se dice democrático, matar a un niño de 17 años y no ser capaz de llevar al responsable a los tribunales, sino 19 años después y previo una resolución de la CIDH. Es vergonzoso. Y esto se relaciona con los casos que vinieron con posterioridad: Mendoza Collío, Catrileo y Catrillanca [4]”.

“Este es el primer caso en democracia en que abiertamente se ha indicado a un carabinero como autor o responsable de la muerte de un joven mapuche y el resultado o la respuesta de parte del Estado fue la impunidad, evidentemente esta sensación y situación de impunidad, comparado en la situación de represión al más alto nivel en cuanto a la de comunidades mapuche, da cuenta de un escenario de racismo y discriminación de tal forma que para un carabinero resultaba muy fácil o muy liviano disparar cualquier tipo de arma en contra de comunidades mapuche. Es lo que en Derecho Internacional se conoce como ‘garantía de no repetición’, cuando sufres una violación de derechos humanos, el Estado debe ser garante de que no va a volver a ocurrir, y para eso, se requiere una condena drástica y proporcional a la gravedad de los hechos, si no se hace eso va a existir una sensación para la fuerza represiva de que no existe ningún tipo de castigo”, profundizó el abogado de CIDSUR.

De esta manera, Saavedra no solo explica la construcción de la impunidad sino también deja claro que la justicia muchas veces actúa de manera selectiva, no juzga a la persona por el delito cometido, sino por su origen y procedencia.

Se espera que viernes 15 de octubre el tribunal presente el veredicto, una vez realizado el dictamen se fijará una fecha dónde se conocerá en detalle la sentencia y se establecerán las sanciones correspondientes. Desde la familia y comunidad esperan un veredicto condenatorio y una pena de diez años de prisión para el responsable del asesinato de Alex Lemún.