Durante la 46 sesión del Comité de Seguridad Alimentaria (CSA) de la ONU un eje fuerte fue debatir el estado de la seguridad alimentaria y de nutrición en el mundo y proponer lineamientos en las políticas gubernamentales que vayan en consonancia con los objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS 2030).
Si bien en este espacio ha crecido la presencia de empresas transnacionales que se encargan del agronegocio y presionan para que se tomen medidas que beneficien sus negociados de patentes y monopolios en semillas y producción agropecuaria, fue la primera vez que la CSA discutió la propuesta llevada por el Mecanismo de la Sociedad Civil: «la producción agroecológica como la salida a las múltiples crisis en las que el planeta vive», según informó Martin Drago a RMR.
La 46 sesión se extendió del 14 al 18 de octubre en Roma (Italia) y estuvo atravesada por el Día Internacional de las Mujeres Rurales, el 15 de octubre, y el Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre.
«La agroecología se construye en los territorios», señala Drago, coordinador del Programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional (ATI) y facilitador del Grupo de Trabajo sobre Agroecología en el Mecanismo de la Sociedad Civil del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial en Roma.
A través de la reforma del CSA en los últimos 6 años, los movimientos sociales y las ONG de todo el mundo han estado trabajando juntos para incluir la agroecología en la agenda del Comité, donde la sociedad civil tiene una participación muy activa, pero todavía no en pie de igualdad con los gobiernos, ya que no tiene derecho al voto.
Este año, el Panel de Expertos de Alto Nivel, un organismo académico y de expertos que asesora al CSA, publicó un informe llamado «Innovaciones agroecológicas y de otro tipo», en el que contribuyó la sociedad civil.
«Para ATI es importante participar en el CSA porque este es un espacio multilateral donde se pueden amplificar las voces de lo que nuestros grupos miembros y aliados hacen en los territorios, darle visibilidad y ganar apoyos a la agroecología».
Drago consideró que «vamos hacia un buen camino, ya que se espera que el año que viene se decidan y elaboren políticas sobre agroecología» para «transformar el sistema agroindustrial y alimentario, ayudando a quienes quieran transicionar hacia una produccion agroecológica, brindando recursos suficientes para que productores en pequeña escala hagan las transiciones necesarias para salir de la trampa en la que los puso la Revolución Verde».
El referente de ATI enfatizó que es imprescindible salir de modelo de producción industrial porque «nos va a acabar como especie».