«Este es un momento histórico para todas y todos. Por primera vez en la historia, un juez le ordenó a una de las empresas más contaminantes del mundo que deje de contribuir al cambio climático peligroso. El juez fue muy claro: Shell es responsable de provocar el cambio climático peligroso y debería dejar de hacerlo inmediatamente. ¡Esta es una clara señal para que todos los contaminadores del mundo hagan lo que corresponde! Y es una gran victoria para el planeta».
Así evaluaba Donald Pols, director de Milieudefensie (Amigos de la Tierra Países Bajos), el veredicto histórico del tribunal de La Haya que el 26 de mayo condenó a la transnacional petrolera anglo-holandesa Shell a reducir sus emisiones carbono en un 45% para el año 2030 (en comparación a sus emisiones de 2019).
La empresa matriz del grupo Shell (Royal Dutch Shell PLC) fue llevada a la justicia por Amigos de la Tierra en 2019 [1] junto a otras seis organizaciones (ActionAid, Both ENDS, Fossielvrij NL, Greenpeace Países Bajos, Jóvenes Amigos de la Tierra Países Bajos y Waddenvereniging) y más de 17 mil co-demandantes, acusada por ser una responsable ineludible del cambio climático, debido a sus emisiones de carbono.
Cuando la empresa fue demandada, los voceros de Shell dijeron que la transnacional cumpliría con las metas climáticas expresadas en el Acuerdo de París, pero ha continuado emitiendo el doble de las emisiones totales de gases de efecto invernadero que los Países Bajos y continúa con sus perforaciones en países de todo el mundo para obtener más petróleo y gas. Ahora debe cumplir con este importante fallo y crear una política empresarial clara para reducir sus emisiones.
«Este veredicto histórico tendrá un efecto dominó en otras jurisdicciones y esperamos ver varias demandas climáticas similares en todo el mundo en contra de los grandes contaminadores -dijo el abogado de Amigos de la Tierra Países bajos, Roger Cox-. Nos da esperanzas porque la transición energética debe apresurarse y realmente puede ser posible a través de estas medidas contundentes, así que estamos muy felices».
Para Sam Cossar-Gilbert, coordinador del programa de Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo de Amigos de la Tierra Internacional, esta es «una victoria para la gente, en particular aquella del Sur global, que está luchando contra los impactos del cambio climático y contra los horribles impactos de Shell. Sobre todo por lo que ha hecho Shell y los increíbles y horribles impactos que ha causado en el Delta del Níger en términos de explotación petrolera».
En diálogo con Radio Mundo Real, Cossar Gilbert dijo que este veredicto puede inspirar a que más gente se active por la justicia climática y se una a un grupo de Amigos de la Tierra o a un sindicato o a un grupo agrocológico en su país. «Todos podemos luchar juntos por un cambio de sistema».
«Tenemos que seguir luchando contra las empresas transnacionales y denunciar el papel que juegan en el cambio climático. Sólo un centenar de empresas son responsables del 75% de las emisiones de carbono de las últimas tres décadas, por lo que esperamos que este caso sirva para impulsar los litigios contra los grandes productores de combustibles fósiles y frenar sus métodos destructivos».
Shell debe cumplir la sentencia de inmediato. El tribunal expresó que la política climática actual de la empresa para cumplir con las metas climáticas del Acuerdo de París no es lo suficientemente clara y concreta. Además, los cambios en la política empresarial deben abarcar no solo a su casa matriz sino a sus sucursales y proveedores en todo el mundo.
La transnacional puede apelar, pero de seguro sufrirá multas si no cumple con el fallo. Desde Milieudefensie explicaron que “el tribunal dictaminó que Shell debe empezar a reducir sus emisiones de CO2 inmediatamente [2]. Esto significa que Shell no puede simplemente esperar el resultado de una apelación. Esta es una buena noticia, no se debe permitir que ningún proceso de apelación tenga un efecto retardatario. Shell debe comenzar a tomar medidas ahora».
«En un caso muy similar en los Países Bajos que fue presentado por ciudadanos holandeses contra el gobierno, el gobierno apeló y el fallo climático en realidad se fortaleció. Así que vemos que es muy probable, basándonos en esta sentencia inicial que, si Shell apela, pierda la apelación y que incluso se refuerce la sentencia a nuestro favor, así que apelar es un riesgo para Shell», remarcó Cossar-Gilbert. El coordinador de ATI coincidió en que, si Shell quiere cumplir con el objetivo para 2030, tendrá que empezar a tomar decisiones comerciales hoy. «La orden del tribunal es inmediata, así que realmente no hay tiempo que perder para Shell y tampoco para la acción climática», dijo a RMR.
Durante las audiencias de diciembre de 2020, la organización ambiental argumentó ante el tribunal que Shell está violando derechos humanos básicos, por ejemplo, el derecho a la vida y a una vida familiar segura. “El tribunal nos dio la razón -expresaron desde la organización ambientalista-. Como Shell es una de las principales causantes del catastrófico cambio climático, pone en riesgo la vida de las personas. Y esto no puede deshacerse fácilmente”.
Milieudefensie informó también que, durante el proceso judicial, Shell argumentó ante el tribunal que redactar las normas y reglamentos que deben impedir un mayor cambio climático es tarea primordial del gobierno, no de las empresas. Pero el tribunal dictaminó que Shell debe aceptar su propia responsabilidad -en lugar de seguir responsabilizando solo al gobierno- y que es hora de que la asuma.
Sam Cossar-Gilbert enfatizó que la Corte pudo tomar esta decisión porque han sido años de continuas movilizaciones para exigir justicia climática y condenar a Shell como uno de los mayores contaminantes del mundo. Y si bien estos litigios contra los grandes productores de combustibles fósiles son importantes para frenar sus formas destructivas, “los litigios sobre el clima son sólo una forma: el movimiento es crucial para conseguir la justicia climática”.