El Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB [1]) hizo público el primer borrador de su plan de acción mundial que aspira a frenar la pérdida de la biodiversidad antes de fines de esta década.
El Borrador 1 del Marco Mundial de la Diversidad Biológica posterior a 2020 se presentó el 12 de julio de 2021 y se seguirá afinando en negociaciones virtuales en los próximos meses. Luego se someterá a la consideración de la próxima Conferencia de las Partes (COP15) del CDB a realizarse en Kunming, China, en octubre de este año.
“El Borrador 1 es en muchos aspectos muy similar al borrador anterior (conocido como Borrador Cero [2]). Tiene la misma estructura y la mayor parte de los temas no sufrieron cambios sustanciales”, afirmó Marien en entrevista con Radio Mundo Real.
El plan original era aprobar el nuevo [3] Marco [3] Mundial [3] de la Diversidad Biológica [3] en la COP 15 en Kunming en octubre de 2020, pero la cumbre tuvo que posponerse a causa de la pandemia de Covid-19. Las negociaciones siguieron desarrollándose de forma virtual, lo cual generó muchos desafíos. Según Marien, estas negociaciones “han sido muy injustas en términos de la participación de todas las partes, los gobiernos y especialmente de la sociedad civil. No se nos pudo escuchar de forma adecuada y ha sido un proceso muy difícil”.
La nueva versión del Marco Mundial de la Diversidad Biológica propone 21 objetivos y 10 hitos [4] que han de alcanzarse antes de 2030, incluida la protección de al menos 30 por ciento de las áreas terrestres y marítimas; una reducción de 50 por ciento de la velocidad de introducción de especies invasivas; la reducción de la pérdida de nutrientes y la introducción de contribuciones basadas en la naturaleza para la mitigación del cambio climático a nivel mundial.
Según Marien, en el Borrador Cero hubo una “ausencia total del concepto de manejo comunitario de bosques [5] (…), que afirma que los pueblos indígenas son los más adecuados para cuidar el medioambiente”. El Borrador 1 no se comporta mucho mejor, ya que los pueblos indígenas “sí fueron incluidos, pero no lo suficiente”. “No se les asignó derechos, ni se incluyeron mecanismos participativos suficientes, por lo que aún queda mucho por hacer”, lamentó la activista.
En febrero de 2020, la Alianza CDB [6], una red compuesta por varias organizaciones, entre ellas Amigos de la Tierra Internacional, elaboró una lista de “Qué hay que hacer y qué no hay que hacer para lograr un [7]M [7]arco [7]M [7]undial de la [7]B [7]iodiversidad exitoso [7]”. La red reclama, entre otras cosas, un enfoque basado en los derechos, con participación plena y equitativa de los pueblos indígenas y comunidades locales; la integración de la biodiversidad en todos los niveles del gobierno a nivel nacional; medidas eficaces de rendición de cuentas, cumplimiento y aplicación; la promoción de la agroecología y soluciones basadas en las comunidades. Con referencia al documento elaborado por la red, Marien dijo: “Cuando consultas estos documentos y los comparas con el Borrador 1, te das cuenta de que la mayoría de los elementos que son realmente importantes no fueron incluidos”.
Además, Marien se mostró crítica de la teoría de cambio que subyace en los borradores 0 y 1. “No tendremos un buen marco de biodiversidad mientras sigamos manteniendo esta teoría de cambio”. Entre los elementos ausentes en el Borrador 1, la activista destacó la inclusión de género, justicia y equidad, el apoyo a los pueblos indígenas y el principio de precaución. “Tampoco hay referencia a los límites, a cómo lidiar con la biodiversidad para mantenernos dentro de los límites planetarios”, añadió. La coordinadora de Bosque y Biodiversidad de ATI también mencionó la falta de un enfoque basado en los derechos en el trabajo con los pueblos indígenas y la ausencia de normas estrictas para aquellos que son los que realmente están socavando la biodiversidad. “Por lo general, vemos que el documento se concentra demasiado en la conservación (…) y en estos esfuerzos de conservación se incluyen muchas soluciones falsas. Principalmente hay muchas propuestas de financi [8]arización de la naturaleza [8] y la posibilidad de compensar cuando se destruye un área natural, que en el Borrador 1 no representa ningún problema siempre que se genere o preserve un área en otra parte. Esto se ve reflejado en las políticas de “no pérdida neta [9]” que no funcionan para nada, porque sabemos que en el futuro la gente seguirá destruyendo la biodiversidad afirmando que se está preservando en otra parte, pero el resultado final será que seguiremos perdiendo biodiversidad”, destacó Marien.
La activista también hizo referencia a las Metas de Aichi [10] incluidas en el Plan Mundial Estratégico para la Diversidad Biológica que se estableció para el período 2010-2020 y que fue dejado de lado por las partes del CDB a favor de la negociación de otro plan. Para Marien, “si las Metas de Aichi no fueron implementadas, al menos los países podrían tratar de implementarlas todo lo posible (…). Implementarlas sería bueno y nos quitaría la presión de tener que negociar un Marco Mundial de la Diversidad Biológica de la forma más rápida posible y de mala manera, con negociaciones virtuales, bajo mucha presión y sin la participación adecuada de todos los países, mucho menos de la sociedad civil».
Al preguntarle sobre las soluciones verdaderas para frenar la pérdida de biodiversidad, Marien dijo que la respuesta radica en brindarle mucho más apoyo a los pueblos indígenas y las comunidades locales, que son las que están conservando verdaderamente la biodiversidad, los ecosistemas y sus territorios, así como abordar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad. Para esto “necesitamos reglas para las grandes empresas [11] y también una coordinación profunda con los distintos espacios de la ONU que tratan el tema de la biodiversidad”, agregó, y destacó la necesidad de brindar garantías de derechos humanos para aquellas personas que defienden el medioambiente. “¿Cómo se puede defender la biodiversidad, si ni siquiera se defiende a las/os defensoras/es?”, cuestionó la ambientalista.
A pesar de que la COP 15 del CDB está prevista para octubre, probablemente se posponga por tercera vez debido a la pandemia de Covid-19 y se realice en el primer semestre de 2022. Aún queda por ver si tendrá lugar bajo la modalidad virtual o si seguirá un modelo híbrido de eventos paralelos virtuales y negociaciones presenciales, con todos los desafíos que esto supone.