A seis años de su primer Encuentro, el movimiento colombiano Ríos Vivos (MRV), abocado a la lucha contra las represas en ese país sudamericano, llevará adelante su segundo encuentro nacional en la ciudad de Barrancabermeja, en el departamento de Santander. Un lugar conocido por ser la “capital del petróleo” en Colombia.
A este encuentro de Ríos Vivos acudirán unas 350 personas, entre delegados de cada comunidad que pertenece al movimiento nacional, así como representantes del Movimiento de Afectados por Represas (MAR) de Brasil que han sido referentes en la conformación del MRV.
La transición energética, la memoria ambiental para la reparación histórica de los pueblos y como aporte a la Comisión de la Verdad Ambiental, así como los principios del movimiento, serán los ejes conductores de las discusiones durante el encuentro. A su vez, el 12 de octubre se llevará a cabo una Audiencia pública con el Congreso de la República sobre transición energética y economía verde.
Juan Pablo Soler, integrante del equipo de coordinación del encuentro nacional de Ríos Vivos, dijo a Radio Mundo Real que abordar la transición para producir energía a partir de otras fuentes y que las energías alternativas “se integren en el sistema, de forma de respetar cosmovisiones de pueblos ancestrales”, es clave en este momento histórico. “No puede solo concebirse el cambio del modo de la energía y no el modelo que actualmente afecta al mundo y genera pérdidas”, añadió. Por eso también proponen trabajar la transición desde la soberanía energética.
El encuentro se produce en un contexto donde “se están planteando nuevos proyectos para explotar al máximo el potencial hidroeléctrico de Colombia, con base en pequeñas, medianas y grandes centrales hidroeléctricas, e incluso ampliar la frontera petrolera con uso de técnicas de acción no convencionales como el fracking”, dijo el referente de MRV. De hecho, en la zona del río Magdalena medio, donde va a tener lugar el encuentro, hay grandes conflictos socioeconómicos y culturales generados por el derrame de crudo a raíz del caso del pozo 158 [1], “sin que haya hasta ahora un resarcimiento a las víctimas de estas contingencias e impactos irreversibles en comunidades ribereñas”.
En los últimos dos años han asesinado a 200 defensores y defensoras de los pueblos en Colombia [2], y solo en un 5 por ciento se sabe quién ha cometido el hecho y quién lo ha ordenado. El resto de los crímenes permanece en la impunidad. La mayoría de las víctimas eran líderes y lideresas que llevaban adelante procesos de defensa territorial contra los megaproyectos que reproducen la matriz minero energética del país. De esta manera, “el encuentro es el momento para decirle a la comunidad internacional, a las organizaciones y al gobierno que los afectados por represas estamos vivos y seguimos trabajando para la construcción de paz territorial. Es preocupante la sistematicidad que tienen los crímenes cometidos mientras el gobierno sigue negando esta realidad”, dijo Soler.
Para la construcción de una “memoria ambiental para la paz” estarán presentes integrantes del Movimiento de defensa del Río Sogamoso, del Consejo Comunitario de la Toma, MAB-Brasil, Comunidades de Anchicayá y Ronderos de Perú, que protagonizarán un conversatorio y expondrán diversas metodologías comunitarias con las que se construyen memorias populares a través de arpillería, obras teatrales, fotografías y murales.
Para conocer más sobre la conformación del Movimiento Ríos Vivos puedes leer esta Cronología del proceso de construcción de Ríos Vivos [3]