El dirigente de la Asociación de Trabajadores del Campo de Nicaragua (ATC) Fausto Torres, llamó a una “Jornada Internacional por la Paz en Colombia” y exhortó a los gobiernos a que soliciten al mandatario colombiano Iván Duque que avance en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, firmados en 2016 por el Estado con las ex Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“La solidaridad es crucial. Depende de las organizaciones campesinas, pero también de aliados, académicos, artistas comprometidos con nuestras causas, la prensa alternativa, para que podamos unirnos en función de hacer esa jornada de paz. Este pueblo, después de 60 años de conflicto, merece vivir en paz, para poder salir de la aguda crisis que tiene sobre todo en el campo”, agregó Torres a Radio Mundo Real.
La entrevista con uno de los dirigentes más destacados de la ATC y de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC – Vía Campesina) se realizó el 2 de abril, apenas finalizada la III Misión Internacional de Solidaridad con Colombia a cargo de La Vía Campesina para verificar el cumplimiento de los Acuerdos de Paz.
“Hay un incumplimiento” de esos acuerdos de parte del gobierno, dijo Torres; “no se observa una voluntad política para poder avanzar”. En contrapartida, valoró que los ex combatientes de FARC dejaron las armas de forma visible.
El dirigente campesino consideró que los Acuerdos de Paz son fundamentales por la guerra interna que sufría Colombia, pero que no se agotan ahí. “Es que hay miles y miles de familias campesinas e indígenas que necesitan resolver el problema de la tierra. Creemos que el tema de la tierra es vital para la paz en Colombia”, explicó.
En la charla con Radio Mundo Real, Torres enumeró aspectos que consideró centrales entre las conclusiones de la III Misión de Solidaridad de Vía Campesina a Colombia. Se refirió al llamado a la jornada internacional por la paz en ese país, al rol de los gobiernos en la presión al mandatario Duque y a la solidaridad. “Otro acuerdo es que se requiere mucha solidaridad militante de los pueblos, de las organizaciones de los otros continentes, toda una jornada de solidaridad, para que el gobierno avance en el cumplimiento de los compromisos y la paz sea más visible”.
Torres evaluó que las campañas mundiales en defensa de derechos humanos deben ser “más fuertes”, dada la gravedad de la situación en Colombia, con cientos de asesinatos de luchadores sociales y defensores de territorios post firma de los Acuerdos de Paz.
“Muchos líderes sociales están haciendo acciones en las comunidades para reivindicar que se cumplan esos acuerdos y al final terminan asesinados. Tenemos que hacer una demanda mundial, porque no es justo que por salir a la calle a defender una reivindicación que es la paz, la tierra, mejorar las condiciones de vida, alguien aparezca muerto. Eso tenemos que también trabajarlo en solidaridad”.
El representante de la ATC nicaragüense manifestó además que es importante la cooperación internacional con el pueblo colombiano, pero con un trabajo de monitoreo, “para ver si esa cooperación no se está quedando en burocracia, en estudios, investigaciones, sin que llegue al terreno”.
Torres valoró también el respaldo de la III Misión de Solidaridad a la Vía Campesina Colombia, especialmente la búsqueda de la unidad del movimiento social colombiano y el trabajo conjunto.
Sobre el final de la charla, el dirigente envió un mensaje a los campesinos colombianos, en el que destacó la Declaración de Derechos Campesinos lograda en Naciones Unidas en diciembre pasado, que debe servir para que se “les restituya el derecho de ser campesinos” y se les valore debidamente por su rol crucial en la producción de alimentos.
En un mensaje dirigido al gobierno colombiano, Torres pidió que se “avance con la voluntad política”. Reconoció que hubo cambios, “un grupo de los que antes andaban armados ya son senadores y hay mucha gente que dejó las armas”, pero el gobierno “tiene que llegar más al terreno, más al campo, a la base, para resolver problemas”. Debe tratar de “entender la voz del pueblo”, consideró, y lo llamó a que “mantenga la voluntad” firmada en los Acuerdos de Paz.