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Guapinol: “Los compañeros deben ser liberados”

Aunque la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras dio lugar a los amparos presentados el 10 de febrero para que los seis defensores del agua sean liberados de la prisión de Olanchito, en el departamento de Yoro, al norte del país, ellos continúan encerrados. Llevan 30 meses en prisión preventiva sin fundamento legal.

El 9 de febrero fueron condenados por el Tribunal de Sentencias de Trujillo, acusados de «incendio agravado y privación injusta de libertad» por la empresa minera Inversiones Los Pinares, a pesar de la campaña de derechos humanos exigiendo su liberación inmediata que incluye el pedido presentado por el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria.

Si bien el 10 de febrero se conoció la decisión de dar lugar al amparo por parte de la CSJ, ante el rechazo generalizado de la condena contra los 6 defensores -que incluyó una condena «enérgica» inclusive por parte de la Secretaría de Derechos Humanos del recién asumido gobierno de Xiomara Castro-, la dilación que llevan los jueces de Trujillo profundiza el encierro de los defensores de Guapinol, aunque a nivel internacional se haya informado que habían sido liberados.

El conflicto de Guapinol se originó por la concesión minera ilegal otorgada a la empresa Inversiones Los Pinares en el Parque Nacional Carlos Escaleras en la región del Bajo Aguan de Honduras [1]. La concesión fue otorgada en enero de 2014 por la Corporación Municipal de Tocoa, luego de que se beneficiara a la empresa EMCO (luego Los Pinares) en 2012 con un Decreto que reducía la zona protegida del Parque Nacional «Carlos Escaleras» para poder desarrollar el proyecto extractivista en ese lugar.

En 2015 se creó el Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa para articular a las organizaciones locales que luchan por defender el agua y la montaña de Botaderos en el Bajo Aguán contra minerías y otras explotaciones corporativas. En agosto de 2018 pobladores de Guapinol y aldeas vecinas montaron un campamento en la comunidad para manifestar su oposición al proyecto, que pondría en peligro las fuentes de agua cercanas. Un mes después, Los Pinares presentó denuncias penales contra habitantes de la comunidad de Guapinol, que derivarían en la detención y privación de libertad de los defensores de Guapinol desde 2019.

Ahora, a la espera de la libertad, Radio Mundo Real se comunicó con Juana Zúniga, lideresa del Comité Ambiental de Guapinol, compañera de José Abelino Cedillo [2], uno de los 6 defensores del agua de esa comunidad hondureña que permanecen privados de su libertad.

– Hay dos amparos: uno de los amparos es para cambio de medidas y el otro su libertad. la CSJ dijo que les daba un sobreseimiento definitivo. Desde hace siete días estamos a la espera de que ese oficio llegue al tribunal de Sentencia de Trujillo para que estos jueces firmen las cartas de libertad. No hay ninguna prueba para retenerlos, pero ellos están apostando a que este encierro se alargue.

– Hasta el momento, desde el Tribunal de Sentencia, no nos han dado un motivo por el que hayan salido dos y queden seis, aunque todos estén acusados por los mismos delitos. Nuestra representación legal ya ha probado que ninguno participó de los delitos que el Ministerio Público les acusa.

Si bien la Secretaría de Derechos Humanos manifestó su repudio ante la condena, ¿han recibido algún otro apoyo o comunicación desde el gobierno de Xiomara Castro?

-Estuvimos reunidos con el secretario de Xiomara Castro, a quien le planteamos nuestra preocupación de que nuestros compañeros no hayan sido liberados hasta el momento.

Zúniga contó que desde el Poder Ejecutivo les darán una condecoración a los defensores dentro del centro penal el miércoles 23.

-Nos preocupa este acto porque no debería ser así ni allí dentro; ellos deberían ser dejados en libertad, deberían volver a su casa y debería ser liberado de proyectos el Parque Nacional.

– Ellos se encuentran bien animados y esperan ser liberados en los próximos días. No han perdido la esperanza de que, con este nuevo gobierno, ellos puedan salir. Queremos que vuelva la alegría y la libertad que había en la comunidad, que podamos seguir en la lucha por el río y las montañas de Guapinol. Ahora existe el miedo. El encarcelamiento de los compañeros ha afectado mucho a la comunidad.

En mi caso, he sufrido el año pasado amenazas de la policía y el lunes recibí una balacera por gente desconocida para intimidarnos a quienes íbamos hacia los tribunales.

Nos enfrentamos a las corporaciones y siempre está la amenaza de la represión, el encarcelamiento del asesinato, como ha ocurrido con nuestra compañera Berta Cáceres. Pero uno no puede andar huyendo de su comunidad. Tenemos hijos y sostenemos esta lucha para que tengan un techo, un lugar mejor.