“La Cumbre de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Sistemas Alimentarios es una farsa”, advirtió la co-coordinadora del Programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional [1] (ATI), Kirtana Chandrasekaran.
“La Cumbre sostiene que aportará soluciones que cambiarán las reglas del juego en pos de transformar los sistemas alimentarios a través de un proceso abierto e inclusivo. Pero si se profundiza un poco, esa fachada se cae a pedazos”, agregó la ambientalista en entrevista con Radio Mundo Real.
La Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de ONU se realizará en septiembre en Nueva York, Estados Unidos, pero del 26 al 28 de julio el organismo multilateral realizará en Roma, la capital italiana, una serie de actividades previas, que ha denominado como Precumbre [2].
En ese marco, más de 500 organizaciones de campesinos/as, pescadores/as, de Pueblos Indígenas, trabajadores/as, activistas por la justicia ambiental y los derechos humanos, científicos/as y académicos/as, se reunirán en la “Contra movilización de los Pueblos para Transformar los Sistemas Alimentarios Corporativos” [3], que va del 25 al 28 de julio y tendrá actividades online. Le llaman también “contra cumbre” y el objetivo es boicotear la instancia oficial.
“Pese a que la Cumbre de ONU sobre los Sistemas Alimentarios afirma que es una ‘Cumbre de los pueblos’ y una Cumbre de ‘soluciones’, en realidad facilita una mayor concentración empresarial, fomenta cadenas de valor globalizadas insostenibles y promueve la influencia de la agroindustria en las instituciones públicas”, aseguran los organizadores de la contra cumbre en un comunicado de prensa del 19 de julio [4]. “La Cumbre es fruto de una asociación entre la ONU y el Foro Económico Mundial (formado por las 1000 empresas más importantes del mundo) y está desproporcionadamente influenciada por el sector agro-alimentario industrial, además de carecer de mecanismos de transparencia y responsabilidad”, agrega el texto.
La cumbre de ONU sobre Sistemas Alimentarios “es una farsa”
Así lo denuncia ATI en una nota en su página web [5]. Esa Cumbre oficial “es un intento apenas encubierto de grandes empresas, filantrocapitalistas como el Foro Económico Mundial, la Fundación Gates y países del Norte que pretenden colocarse así en el centro de la gobernanza alimentaria, ofreciendo falsas soluciones a problemas que ellos mismos generaron y perpetúan con impunidad”, añade el artículo.
En la entrevista con Radio Mundo Real, Chandrasekaran manifestó que “toda la Cumbre de ONU sobre los Sistemas Alimentarios ha sido profundamente anti democrática y no transparente”. “Creemos que la agenda oculta de la Cumbre es realmente socavar los espacios multilaterales democráticos y transparentes existentes de las instituciones de ONU como el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) [6], y reemplazarlo con lo que llamamos régimen de gobernanza de ‘múltiples partes interesadas’, o que algunos llaman ‘multilateralismo en red’, que permite a los diversos actores, especialmente a intereses comerciales y corporaciones, y otros como académicos, científicos, productores/as de pequeña escala, sentarse en la misma mesa a idear soluciones para los problemas del sistema alimentario”. “Pero no todos tenemos la misma responsabilidad en la creación de esos problemas, ni los mismos derechos que los gobiernos deben defender en la forma de resolver estos problemas”, explicó Chandrasekaran. Este régimen de múltiples partes interesadas “borra todas las diferencias, las asimetrías de poder, las injusticias históricas que han sido perpetuadas contra las comunidades por parte de grandes corporaciones”, sentenció la ambientalista.
La co-coordinadora del Programa de Soberanía Alimentaria de ATI consideró que el rol de los intereses comerciales y las corporaciones transnacionales en la Cumbre de ONU hace que las soluciones que salgan de allí sean también “profundamente problemáticas”. “Muchas de ellas están basadas en iniciativas corporativas voluntarias, la mayoría incluyen mecanismos de mercado en lugar de leyes, otras tantas son simplemente iniciativas empresariales que ya existen y que ahora las presentan en una especie de nuevo envoltorio como soluciones brillantes y novedosas”, criticó.
ATI reivindica el movimiento por la soberanía alimentaria y la agroecología y soluciones que busquen un cambio de sistema. En ese sentido, destaca la labor de los/as productores/as de alimentos a pequeña escala, que alimentan a la mayor parte del mundo. “Una transformación verdadera de los sistemas alimentarios es posible”, advierte ATI [5]. Y explica: “Incluye hacerle frente al poder de las grandes empresas a través de normas vinculantes, no utilizar agrotóxicos y tecnologías riesgosas, redirigir fondos públicos hacia la agroecología, y gobiernos que respeten y protejan los derechos de los pueblos incluido el derecho a la alimentación, para generar justicia social, económica, de género y ambiental”.
“Todo el proceso pierde legitimidad”
Por su parte, el dirigente Jordan Treackle, coordinador nacional de programas de la Coalición Nacional de la Agricultura Familiar [7] de Estados Unidos, que es parte de La Vía Campesina [8] y el Mecanismo de la Sociedad Civil y Pueblos Indígenas (MSC) [9] para las relaciones con el CSA, también criticó el régimen de gobernanza de múltiples partes interesadas. “Muy a menudo este enfoque tergiversa el concepto de inclusión al invitar a la sociedad civil a un proceso de elaboración de políticas pero sin dar a estos grupos de base el poder de realmente influir los resultados finales de ese debate político. Eso es lo que hemos visto a lo largo de (la organización) de esta Cumbre de ONU y es por lo que no hemos participado en ninguna actividad oficial al respecto”, advirtió Treackle en entrevista con Radio Mundo Real.
El dirigente explicó además que, a nivel global, cuando el régimen de las múltiples partes interesadas no logra atender las asimetrías de poder ni evitar los conflictos de intereses, “todo el proceso pierde legitimidad”, y “desgraciadamente esa ha sido la historia de esta Cumbre”.
Según Treackle, no es casual que la Cumbre oficial no tenga en el centro de su agenda la transformación del sistema alimentario. Eso muestra que la Cumbre “no busca realmente atender los desafiantes problemas vinculados a los agronegocios”. “Y esto no es un accidente, es una decisión política de quienes lideran la Cumbre”, aseguró el dirigente, que explicó que nunca se “atendió seriamente” a las cientos de organizaciones y movimientos sociales que en diversas oportunidades criticaron la Cumbre y expresaron sus preocupaciones oficialmente.
“De pronto nos dimos cuenta de que el secretario general de la ONU había firmado un acuerdo con el Foro Económico Mundial”
En marzo de 2020 casi 550 organizaciones expresaron sus preocupaciones sobre los planes de la Cumbre de ONU sobre Sistemas Alimentarios en una carta enviada al Secretario General del organismo, António Guterres [10].
En octubre de ese año, el MSC para las relaciones con el CSA lanzó un llamamiento abierto [11] a la participación para “unir fuerzas y desafiar” a la Cumbre de ONU.
En noviembre, el dirigente Saúl Vicente, del Consejo Internacional de Tratados Indios [12], dijo a Radio Mundo Real [13], a nombre del MSC: “de pronto nos dimos cuenta de que el secretario general de la ONU había firmado un acuerdo con el Foro Económico Mundial, para atender a los sistemas alimentarios y el hambre en el mundo, y se proponían convocar a la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios. Eso nos preocupó y quisimos saber por qué con el Foro Económico Mundial, para empezar”. “Si es el secretario general de la ONU, hay instancias que tienen el mandato del organismo para atender el tema del hambre en el mundo y una de esas agencias es la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) [14]. Pero además, hay un espacio intergubernamental de la ONU que es el CSA y tiene el mandato para atender el tema del hambre en el mundo, para revisar los sistemas alimentarios, proponer políticas a los gobiernos para atender esos temas”, agregó Vicente.
El 8 de febrero de este año, en ocasión del 47° Período de Sesiones del CSA, Chandresekaran, a nombre del grupo de trabajo del MSC sobre Gobernanza alimentaria mundial, alertó [15] que la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios “está otorgando un papel de liderazgo al sector empresarial a través del Foro Económico Mundial”, en lugar de “defender los derechos y responsabilidades de los Estados y los derechos de los pueblos”.
Al otro día, el 9 de febrero, el MSC se dirigió al presidente del CSA, Thanawat Tiensin, para pedirle que reorientara el rumbo de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de ONU. “El MSC no puede subirse a un tren que va en la dirección equivocada”, dijeron las organizaciones que conforman el Mecanismo [16].
Los organizadores de la “Contra movilización de los Pueblos para Transformar los Sistemas Alimentarios Corporativos” presentarán entonces desde este domingo y hasta el próximo miércoles sus visiones sobre una transformación de los sistemas alimentarios basada en los derechos humanos y la agroecología, con foco en la soberanía alimentaria, la agricultura sostenible en pequeña escala y los conocimientos tradicionales, entre otras cosas.
Esta contra cumbre servirá para que “le digamos a los gobiernos que los estamos vigilando y que no aceptaremos los resultados de esa Cumbre de ONU como válidos”, aseguró Chandrasekaran.