La próxima Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP 28, es polémica desde el inicio: se designó como país anfitrión a los Emiratos Árabes Unidos, uno de los mayores productores petroleros del mundo, y como presidente de la cita mundial a Sultan Ahmed al Jaber, director ejecutivo de la petrolera estatal Abu Dhabi National Oil Company.
Pero además, la COP tiene el inmenso desafío de lograr un consenso mundial para dar paso a acciones que conduzcan a limitar el cambio climático, en el mismo año en que la comunidad científica confirmó niveles sin precedentes de calentamiento global provocado por los seres humanos [1]. Un debate clave será cómo lograr la eliminación progresiva de los combustibles fósiles que se necesita urgentemente y lograr una transición hacia la energía limpia.
Para Amigos de la Tierra Internacional (ATI), la federación ambientalista de base más grande del mundo, la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es urgente, pero debe producirse de forma justa, equitativa y completa. Una de las mayores preocupaciones rumbo a la COP28 es la gran cantidad de “falsas soluciones” que habrá sobre la mesa de negociaciones, que amenazan con distraer la atención de las verdaderas acciones necesarias para revertir la crisis climática.
Para saber más entrevistamos a Lise Masson, encargada del trabajo de incidencia del programa de Justicia Climática y Energía de ATI.
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Desde hace muchos años ATI aboga por la justicia climática en las cumbres de la ONU sobre el Clima [2]. Mientras se preparan para la COP28 de Dubai que se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre, ¿cuáles son sus mayores preocupaciones este año?
Sin dudas la COP de este año se siente un poco diferente porque se realizará en Dubai, en Emiratos Árabes Unidos. Ha habido mucho revuelo por el hecho de que una COP se lleve a cabo en un país petrolero y sea presidida por un ejecutivo de esa industria.
Y ese revuelo está justificado, porque representa un conflicto de intereses escandaloso, pero creo que también hay que situarlo en el contexto de la historia de las COP. Las conferencias del clima han estado cooptadas por las empresas por décadas. El año pasado a la COP 27 asistieron más de 600 representantes de grupos de cabildeo [3] de la industria de los combustibles fósiles. Una cifra mayor que la delegación de cualquier país.
Por lo que no es ninguna novedad que la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) esté cooptada por los intereses de los combustibles fósiles, y vemos los resultados de esa cooptación empresarial en la falta total de ambición de los resultados de las COP en las últimas décadas. Esto se debe a que los intereses de la industria de los combustibles fósiles obstaculizan los avances y también impulsan falsas soluciones en el texto, en las negociaciones.
Estás hablando de “falsas soluciones”. ¿A qué te refieres?
Por “falsas soluciones”, o a veces “falsas soluciones climáticas”, entendemos una amplia gama de procesos diferentes y supuestas soluciones que los grandes contaminadores [4] ofrecen como una especie de parche mágico como respuesta a la crisis climática. Se incluyen aquí a los mercados de carbono, las compensaciones y las remociones que se ofrecen bajo la cortina de humo del “Cero Neto” [5].
Se presentan en la forma de las llamadas “soluciones basadas en la naturaleza”, como la plantación de árboles o el carbono del suelo. También adoptan la forma de geoingeniería con procesos como la captura y almacenamiento de carbono. Se trata de una amplia gama de cosas diferentes, pero normalmente podemos reconocerlas porque hay una serie de características que todas tienen en común.
La primera es bastante simple: sencillamente no funcionan. Eso significa que no tienen como resultado una reducción real de las emisiones. A principios de este año, el periódico The Guardian realizó una investigación [6] sobre una certificadora de carbono llamada Verra, que descubrió que esas compensaciones no funcionaban. Pero ese es solo uno de los muchos, muchos ejemplos que nos demuestran que estas falsas soluciones no funcionan.
La segunda característica es que sirven para distraer la atención de las verdaderas reducciones de emisiones que tanto necesitamos. Los grandes contaminadores han encontrado en estas falsas soluciones una especie de cortina de humo para poder seguir alimentando el caos climático. Se trata básicamente de un maquillaje verde.
La tercera característica es que vemos que en todas partes donde surgen esas falsas soluciones, vienen acompañadas de una serie de perjuicios para nuestras comunidades y los ecosistemas. Cada vez hay más pruebas de que los proyectos de compensación dan lugar al acaparamiento de tierras, violaciones de los derechos humanos y los derechos de los Pueblos Indígenas. Y esto sucede principalmente en el Sur Global.
¿Por qué las falsas soluciones son un motivo de preocupación especial para ATI en esta COP? ¿Qué se espera que suceda en la COP28 con respecto a ellas?
Si observamos a la COP28 desde la perspectiva de las falsas soluciones, vemos dos campos de batalla principales. El primero está en el texto de portada mismo. (El texto de portada, o decisión de portada, es un documento clave acordado por todos los países al final de las negociaciones, que tiene validez jurídica en el contexto del Acuerdo de París, el tratado de la COP21 que estableció el límite de 1,5 º C de calentamiento global). Esperamos una gran presión para que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles se mencione en el texto de portada. Pero el problema es que podría vaciarse de todo significado y fuerza si además se incluye la expresión “que no cuente con medidas de control de la contaminación” (“unabated”, en inglés).
Básicamente, si hablamos de la “eliminación progresiva de los combustibles fósiles que no cuente con medidas de control de la contaminación”, lo que estamos diciendo es que la explotación de los combustibles fósiles puede continuar si se combina con parches tecnológicos absurdos como la captura y el almacenamiento de carbono. Sin embargo, no podemos abrirle la puerta a estas falsas soluciones, ya que vaciamos de todo significado cualquier mención de la “eliminación progresiva de los combustibles fósiles” en el texto. Por eso, como federación, pedimos una eliminación progresiva rápida, justa y equitativa de todos los combustibles fósiles.
El segundo campo de batalla en términos de las falsas soluciones para esta COP es el Artículo 6. Se estará debatiendo de nuevo en la COP, y aquí es donde la CMNUCC abriría las compuertas a los mercados de carbono, las compensaciones y las remociones, porque pondría en pleno funcionamiento el mecanismo de mercado de carbono que se acordó en la COP27 de Glasgow [7], en el marco del Artículo 6. Esto significa que lo que está en riesgo en esta COP es que permitamos que estas falsas soluciones climáticas increíblemente perjudiciales reciban el sello de aprobación de la ONU, y que los grandes contaminadores y los países ricos sigan contaminando.
Así que como federación lo que decimos es que nos oponemos firmemente a que se dé más terreno a los mercados de carbono, las compensaciones y las remociones en el marco de la CMNUCC. Nos oponemos a cualquier intento de impulsar los mercados de carbono en lugar de impulsar un financiamiento para el clima suficiente, que los países ricos deben proporcionar para hacer posible la transición justa, el Fondo de Adaptación y el Fondo para Pérdidas y Daños.
La transición justa, el Fondo de Adaptación, el Fondo para Pérdidas y Daños han sido en las últimas COP y, desde hace ya muchos años, puntos muy importantes para ATI en estas negociaciones, y entiendo estas preocupaciones por las falsas soluciones. Pero entonces el público y la audiencia en general se pueden preguntar “de acuerdo, pero, ¿cuáles son las soluciones reales?”, o “¿cuáles son las soluciones a la crisis climática que exige ATI?”.
Volviendo a lo que decías sobre el financiamiento para el clima, es exactamente eso, la cuestión del financiamiento de la transición justa, el Fondo de Adaptación y el Fondo para Pérdidas y Daños lleva mucho tiempo en la agenda. Vemos un fracaso continuo a la hora de satisfacer las demandas de ese financiamiento para el clima que sea suficiente, y además observamos ese giro hacia el uso de los mercados de carbono como mecanismo de financiamiento. Eso es desastroso y no puede suceder.
En términos del tipo de soluciones reales más amplias y cómo lucen, para nosotras/os, en ATI, las soluciones reales son las que están centradas en las personas. Son soluciones que promueven la reducción de las emisiones a un cero real, y en las que los responsables históricos de las emisiones asumen una posición de liderazgo de acuerdo con los principios de equidad y de distribución justa de la carga en materia climática [8].
Significa que los principales responsables de la crisis climática son los que deben tomar las medidas más audaces, más ambiciosas y más drásticas.
También tiene que ver con el cambio de sistema y la justicia para todas las personas que han estado en la primera línea de los sistemas de opresión, porque la justicia climática [9] no tiene que ver solo con el clima. La justicia climática implica justicia de género, justicia social, justicia económica y justicia racial. Así es como vemos las soluciones reales, se trata de un cambio de sistema [10].
Bien, Lise, ¿hay algo más que quieras agregar antes de terminar la entrevista?
Quizás solo decir que creo que estamos viendo en el movimiento para enfrentar la crisis del clima un poco de desilusión en torno a las COP como proceso, y mucha gente quiere rendirse y abandonarlo. Es comprensible, porque no ha logrado las acciones que necesitamos, pero al mismo tiempo no podemos rendirnos con el proceso porque no podemos rendirnos con la justicia climática.
Para mí, la COP es un espacio que de alguna manera está lleno de desazón, pero también es un espacio que me da esperanza, porque allí vemos cómo el movimiento por la justicia climática a nivel mundial, en toda su diversidad, se reúne y se organiza. Hay mucho poder en ello, porque es cuando nos encontramos como movimiento unido y diverso cuando tenemos más poder. Así que no debemos perder la esperanza.