La Confederación Sindical de las Américas (CSA) se prepara para la I Conferencia Continental de Comunicación Sindical, que tendrá lugar del 27 al 29 de octubre [1] y se podrá seguir de manera virtual en el canal de YouTube [2] y la página de Facebook de la CSA [3].
El objetivo de la conferencia es articular la comunicación como estrategia política y de organización en las Américas. Accede a la programación completa aquí. [1] Para adelantar algunos de los principales ejes del evento, el secretario general de la CSA, Rafael Freire, brindó una entrevista en la que participó Radio Mundo Real junto a colegas de otros medios alternativos como Pressenza, ALAI, Jubileo Suraméricas, Sangrre y Diálogo do Sul.
La visión integral de la CSA “se opone a la formación de monopolios y oligopolios de la comunicación y reafirma que es fundamental la creación y sostenimiento de los medios de comunicación públicos, comunitarios e independientes que contribuyan a un espacio democrático, inclusivo y diverso”, recordó el periodista Javier Tolcachier (Pressenza), que moderó la conferencia.
Rafael Freire mencionó los ejes que actualmente son las prioridades en el sindicalismo continental: fortalecimiento y transformación sindical; un sindicalismo que represente la actual composición de la clase trabajadora –que no son solamente quienes tienen un contrato formal de trabajo–; formación política y desarrollo de la comunicación sindical.
“La comunicación, para nosotros, es un instrumento político de lucha contrahegemónica, que debemos actualizar para entrar en procesos de articulación más amplios”.
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta hoy la comunicación sindical?, preguntó Mariano Vázquez del colectivo Sangrre de Argentina a Freire. El referente destacó dos temas que se deben poner en agenda: transparencia en la forma de funcionar y su respectiva fiscalización, sumado a la regulación sobre el uso de redes sociales, que “la derecha utiliza para golpes y ataques a la democracia”.
A la vez, desde Radio Mundo Real consultamos cómo puede fortalecer el movimiento sindical su vínculo con los medios alternativos y contrahegemónicos. Freire respondió que hay que mejorar la articulación de los diversos medios de comunicación sindical de las Américas y fortalecer la alianza con los medios alternativos para lograr no solo una mejor y más fuerte comunicación sindical sino también “una contribución a la comunicación alternativa”, para luchar contra la idea de la comunicación como mercancía y tomar cada vez más conciencia de que es un derecho humano.
“El vínculo primero es la visión en común que el movimiento sindical y estos medios tenemos de construir una sociedad con libertades, con democracia, de atacar los prejuicios en sus distintos niveles, combatir la xenofobia; o sea, hay una agenda compartida que nos identifica. Ahora tenemos que reforzar el vínculo a distintos niveles, pensar cómo ponemos más potentes nuestros mensajes para llegar no solo a la militancia política sino también al pueblo. Y que nos apoyemos mutuamente: cuando tengamos que difundir debemos llamar primero a los medios alternativos”.
Una de las propuestas que se fortaleció en el proceso de encuentros previos a la Conferencia, es la idea de crear una gran red de comunicación sindical [4], “pero no aislada, sino en articulación permanente con los procesos de la región, que están en la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo [5]”.
La Conferencia de Comunicación Sindical cierra un proceso de debates que se dieron a lo largo de varios encuentros regionales previos, donde referentes sindicalistas pudieron discutir el Documento Base de la conferencia y añadir nuevas preocupaciones, planteos y propuestas, “y abre un período político en nuestra comunicación sindical desde el día 30”, dijo Freire.
La CSA representa a más de 55 millones de trabajadores y trabajadoras en todo el continente. ¿Qué sindicalismo tiene lugar en este tiempo de crisis? Un sindicalismo contra el neoliberalismo, que defiende la democracia y que promueve la solidaridad entre la clase trabajadora, con mensajes y acciones atravesados por la perspectiva de género, de clase, feminista y LGBTQ+ “como una política efectiva en todo lo que hace la CSA”, en defensa de la igualdad, detalló el secretario general.
COMUNICACIÓN SINDICAL Y MUNDO DIGITAL
La digitalización está cada vez más presente en distintas áreas laborales, con el trabajo en plataformas como uno de los ejemplos más claros. De qué manera esto cambió los procesos de organización y cuál es la estrategia del movimiento sindical ante el avance de las tecnologías digitales corporativas que precarizan las condiciones laborales y fomentan la fragmentación de las y los trabajadores, fueron las preguntas que acercaron Sally Burch de ALAI, Glery Silva de Jubileo Sur y Tolcachier.
“Pensar cómo organizar a los trabajadores de plataformas es una demanda global. Si ya teníamos un problema con quienes trabajan en call center y se organizaban en un espacio físico –centenas de personas, en general jóvenes y mujeres–, ahora, con la pandemia, esto llegó a la casa de las personas y no tenemos un lugar físico para intentar charlar ahí; entonces tenemos que buscar la forma de encontrarnos”.
Sin caer en determinismos tecnológicos, advirtiendo que la fragmentación laboral no es de ahora por las plataformas, sino que puede remontarse, por lo menos, desde los años 90 cuando en el sector gráfico una máquina reemplazaba a muchos trabajadores, Freire remarcó que la informalidad es lo que lleva o profundiza un proceso de fragmentación de la clase.
Ante un mercado laboral informal generalizado, “recuperar la identidad como trabajadores y trabajadoras” es un desafío claro en el presente del movimiento sindical. La nueva oleada neoliberal llama a la clase trabajadora “emprendedores o autónomos”, así “nos sacan derechos laborales y nos ponen en el mercado”, criticó Freire.
Al finalizar la entrevista, el secretario general de la CSA dijo que “es posible derrotar las leyes regresivas” aprobadas durante los años 90 y recientemente en los gobiernos conservadores y de ultraderecha que gobiernan la mayoría de los gobiernos de la región, pero advirtió que no están conformes con el presente del movimiento sindical: “No podemos solo representar alrededor del 15% de la clase trabajadora; pienso que es poco, hay que caminar por más”.