Shell es uno de los principales contaminadores del clima [1] a nivel mundial. Esta empresa trasnacional es consciente desde hace años de la gravedad del cambio climático [2] y los impactos que tiene la extracción de petróleo, pero no solo ha engañado al público sobre el tema, sino que continúa perforando en busca de petróleo.
En Nigeria, esta empresa transnacional continúa dejando a su paso un sendero de derrames de petróleo, quema de gas, contaminación del agua, violaciones de derechos humanos y destrucción. Para impedir que Shell destruya el clima, Amigos de la Tierra Países Bajos llevará a Shell ante la justicia.
Roger Cox (RC), abogado que representa a Milieudefensie y sus co-demandantes en el caso judicial contra Shell, explicó la importancia de esta acción judicial en una entrevista exclusiva para Radio Mundo Real (RMR):
RC: Hoy, 5 de abril, presentaremos una citación judicial a Shell para que comparezca ante la Justicia. Este es un caso particularmente único porque lo que buscamos es evitar daños climáticos futuros, no una compensación financiera por pérdidas que ya se dieron.
En abril de 2018, Amigos de la Tierra Países Bajos envió una notificación [3]a Royal Dutch Shell PLC, la empresa matriz del grupo Shell, para dar cuenta de la responsabilidad que tiene en esta contaminación ambiental mundial. En esa demanda, la organización ecologista señalaba que Shell debía limitar sus actividades relacionadas con el petróleo y el gas en las próximas dos décadas para ayudar a prevenir el cambio climático y así comenzar a actuar de forma coherente con el Acuerdo de París.
Shell respondió que no aceptaba esa responsabilidad por sus acciones.
RC: En términos generales, Shell afirmó que considera estar haciendo lo suficiente en este momento en particular con relación al cambio climático y que no puede hacer más de lo que hace, a menos que exista una ley a nivel mundial que la obligue a adoptar medidas más firmes contra el cambio climático. Como por el momento dicha ley no existe, consideran que tienen la libertad de continuar sus actividades tal como lo están haciendo ahora. Esto significa, entre otras cosas, que en las próximas dos décadas se seguirán enfocando en la exploración de petróleo y gas.
RMR: ¿Shell debería estar preocupada por esta citación?
RC: Creemos que tenemos grandes probabilidades de obtener una orden judicial que obligue a Shell a adoptar más acciones contra el cambio climático.
RMR: ¿Creen que pueden ganar esta demanda?
RC: Sí, por supuesto, creemos que podemos ganar. Cuando iniciamos el caso contra el gobierno de Países Bajos [4], la mayoría de las/os abogadas/os afirmaban que no era posible, pero nosotros teníamos mucha confianza en que podíamos ganar ese caso en particular y ahora tenemos la misma sensación. Tenemos una base jurídica sólida para afirmar lo que afirmamos acerca de Shell y también creemos que las ideas y creencias actuales están cambiando: más y más gente entiende cuán grave es el peligro del cambio climático, y lo mismo sucede en el sistema judicial. Por lo que también creemos que éste es el momento correcto para impulsar estos cambios y usar el Derecho como instrumento para acelerar la transición energética y cumplir con el objetivo del Acuerdo de París.
RMR: Una de las respuestas de Shell puede ser que esto es responsabilidad de los consumidores y de los gobiernos, no de las empresas.
RC: Cada ciudadano y ciudadana, organización gubernamental o empresa tiene un deber de cuidado en el marco del sistema judicial de los Países Bajos. Esto significa, de hecho, que nadie en este país puede generar peligro para los demás si este peligro en particular puede evitarse. Y Shell puede evidentemente transformarse en una empresa de energía que no sea de combustibles fósiles, por lo que no está obligada a continuar siendo una empresa de combustibles fósiles en las próximas décadas o incluso de aquí a la eternidad. Puede cambiar. Tiene la opción de dejar de contribuir al peligroso cambio climático.
Una empresa como Shell ha contribuido históricamente con aproximadamente el 2 por ciento de todas las emisiones mundiales de CO2. Las actividades de Shell tienen relevancia jurídica ya que, al menos en el marco del sistema judicial de Países Bajos, su contribución al problema es significativa. En el caso contra el gobierno de Países Bajos, descubrimos que se considera que una contribución del 0,5 por ciento a las emisiones mundiales ya no se considera insignificante de acuerdo con las leyes del país y las emisiones que se atribuyen a las actividades de Shell no son del 0,5 por ciento, sino que ascienden al 2 por ciento de las emisiones a nivel mundial, es decir cuatro veces más.
RMR: ¿Qué sucederá si obtienen una victoria en este caso contra Shell?
RC: Aspiramos a que la empresa adopte medidas de prevención. Esto significa que una orden judicial podría obligar a Shell, una de las multinacionales más grandes del mundo, a cambiar sus operaciones comerciales.
RMR: Las demandas judiciales en materia climática son un fenómeno reciente y este es un caso sin precedentes. Es el primer caso que sepamos que busca medidas preventivas de parte de una empresa contra el cambio climático. ¿Las demandas judiciales en materia climática son una herramienta para lograr un cambio verdadero?
RC: Creemos que este tipo de casos judiciales son fundamentales para acelerar la transición energética por lo menos dentro de Países Bajos y evidentemente tendrá un efecto también en otras empresas y en otros países. Queremos el mismo tipo de respuesta si tenemos éxito contra Royal Dutch Shell y esperamos que tenga un efecto en otras empresas de combustibles fósiles y que las presione para que cambien.
Otro argumento al que hacemos referencia en esta demanda judicial es que las consecuencias de un calentamiento global que supere los 1,5 grados serán tan graves que constituirán violaciones de derechos humanos a escala mundial y esta es una de las razones por las que esperamos que la Corte quiera profundizar sobre este tema y llegue a la conclusión de que empresas como Shell no pueden continuar con sus actividades de la misma forma que lo vienen haciendo ya que implican un grave riesgo de violaciones de derechos humanos en el futuro.