Teófilo Acuña, Adelso Gallo y Robert Daza fueron liberados este lunes 21 de diciembre en la noche por decisión de la Jueza de Control de Garantías que analizó las pruebas y el actuar de la Fiscalía en el caso fabricado contra ellos, luego de que movimientos campesinos y organizaciones de derechos humanos denunciaran que estas detenciones son «montajes judiciales» [1], como parte de las campañas de criminalización a defensores de pueblos y territorios.
Compartimos comunicado del Coordinador Nacional Agrario (CNA) [2] que informa sobre la liberación de los tres líderes campesinos detenidos la semana pasada:
«La medida intramural no supera la evaluación en términos de proporcionalidad frente a lo que a ellos se les atribuye. Además, no solo puede afectar el derecho a la libertad de ellos como individuos, sino también genera una afectación frente a las comunidades que ellos representan. Así que, por lo mismo, puede considerarse que los ciudadanos afronten el juicio en libertad», sostuvo la Jueza.
Asimismo, ordenó investigar algunas acciones de persecución y presión por parte de la Policía, denunciadas por los defensores de los tres líderes campesinos y sociales que fueron capturados los pasados 15 y 16 de diciembre.
En su intervención, como parte de la defensa, el líder campesino del Robert Daza del suroccidente colombiano afirma que: «Como campesinos somos una población de especial protección, sujetos de derecho que históricamente han vivido la tragedia de la violencia. Construir Territorios Campesinos Agroalimentarios es nuestra respuesta al despojo y al desplazamiento, defendemos las semillas nativas y el medio ambiente ante el cambio climático y las nuevas pandemias, que la gente no sufra de hambre no es mandato de una organización guerrillera, es fruto de la autonomía y vocación que tenemos de servicio a la comunidad. Seguiremos en nuestra labor de siembra de maíz, recuperación de las semillas, del plátano, de la yuca. Queremos que haya comida y agua para la gente humilde de este país. En esa labor seguiré liderando».
Por su parte Adelso Gallo, quien se destaca en su largo camino de liderazgo social al servicio del campesinado, anota que: «Nuestras peleas son para exigir hablar al gobernador, al alcalde, al señor presidente para que nos resuelva parte de lo que nosotros no somos capaces. Somos capaces de sembrar alimentos, pero es el Estado el encargado de resolver parte de cómo se transportan. En Arauca nos propusimos eliminar los cultivos de coca y así lo hicimos. Erradicamos y se eliminó el 95% de los cultivos de coca, que solo benefician a los dueños de laboratorios de cocaína como los cercanos a Bogotá. Siento mucha tristeza por las instituciones de Colombia. La Fiscalía sigue haciendo este tipo de cosas y eso sí desestabiliza la institucionalidad del país. Los medios de comunicación ya nos condenaron como guerrilleros, con eso nos colocan la lápida para ser asesinados por las armas del paramilitarismo. Cuando hablan los medios de comunicación sin contemplación es una amenaza».
De igual forma, Teófilo Acuña líder campesino del Sur de Bolívar, declara que: «Estamos denunciando los temas del cultivo de uso ilícito y su relación con instituciones como la Policía, el Ejército y los paramilitares, nosotros le hemos abierto las puertas a la Fiscalía para que haga presencia y conozca nuestros territorios, conozcan las cosas concretas. Aquí hay informes que no tienen nada que ver con la realidad de la región. Me están diciendo criminal y guerrillero, y eso no tiene nada que ver cuando el gobierno dice que va a proteger a los líderes sociales. Estos señalamientos son preocupantes. Con lo que plantea la Fiscalía nos pone la lápida encima a los líderes sociales, a las organizaciones sociales. Es un señalamiento desde una autoridad, y hemos sido amenazados y desplazados por los paramilitares por esto».
Esta liberación no solo es una buena noticia para los compañeros y sus familias, sino que constituye una victoria de todo el movimiento social y ciudadano que trabajó en pro de demostrar la injusticia de estas capturas, catalogadas como montajes judiciales; así como también demuestra la persecución política que contra el Congreso de los Pueblos, el Coordinador Nacional Agrario y todo el movimiento social colombiano desarrolla el Gobierno ultraderechista de Iván Duque.
Activistas e integrantes de cerca de 200 movimientos y organizaciones sociales de toda Colombia, la región y el mundo declararon en un comunicado conjunto su respaldo al proceso social campesino colombiano así mismo como ratificaron que los señores Teófilo Acuña, Adelso Gallo y Robert Daza son líderes que solo se dedican a trabajar porque las y los campesinos colombianos puedan disfrutar los derechos que les corresponden. (Ver comunicado en: https://www.congresodelospueblos.org/ola-de-detenciones-a-dirigentes-nacionales-del-congreso-de-los-pueblos-en-colombia/ [3])
Aún no termina esta batalla, pues sigue el juicio que la Fiscalía tiene montado en su contra y en contra de todo el movimiento social. Así como también debemos seguir insistiendo y trabajando por la liberación de las y los presos que aún continúan injustamente detenidos.
La persecución, criminalización y juducialización de las personas que en Colombia se dedican a defender los territorios y la vida es la estrategia del Estado para detener las luchas del movimiento social. Esto, unido a los asesinatos sistemáticos de líderes y lideresas sociales, constituye hoy la nueva forma de genocidio político de la derecha colombiana en contra del pueblo.
22 de diciembre de 2020