Brasil atraviesa una crisis sanitaria y económica sin precedentes. El país es uno de los epicentros de la pandemia por COVID-19 del mundo, con más de 83 mil muertos por el virus. Miles están de luto y otros tantos aún luchan por sobrevivir en estas condiciones.
En este contexto, grandes empresas de diferentes sectores “aprovechan el momento para promocionar una falsa solidaridad de su parte”, denunciaron esta semana numerosas organizaciones, entre las que se encuentra Amigos de la Tierra Brasil.
Luana Hanauer, integrante de Amigos de la Tierra Brasil, explicó a Radio Mundo Real:
La carta firmada por las organizaciones denuncia la farsa de las donaciones en la lucha contra Covid-19 que han realizado empresas de de monocultivos, agronegocios, petróleo y minería en Brasil. Sobre todo, la visibilidad que las empresas obtienen en los medios de comunicación hegemónicos, como una de las estrategias de maquillaje para limpiar su imagen. Hacen donaciones que aparentan ser un reintegro a la sociedad, pero en realidad son una forma de fortalecer sus propias marcas con publicidad positiva, mientras reciben beneficios del Estado.
En estos meses, estas empresas han obtenido exención de impuestos sobre las exportaciones celulosa, del agronegocio, de la minería y de otras áreas de la economía; sus actividades fueron declaradas “esenciales”, por lo que sus trabajadores y trabajadoras han tenido que asistir a los lugares de trabajo, con riesgo de contagio. Y las empresas recibieron grandes préstamos por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, mientras se producen miles de contagios, con el sistema público de salud y seguridad social muy debilitado, y la pérdida de derechos laborales y la precariedad del empleo.
«La pandemia del nuevo coronavirus (Covid-19) revela la actitud genocida y cruel del presidente de Brasil, frente a las muertes por esta enfermedad. Un gobierno que banaliza el sufrimiento de miles de personas, sobre todo de las que necesitan el Sistema Único de Salud (SUS)», afirman las organizaciones a través de una carta publicada este lunes 27 de julio.
Desde AT-Brasil indicaron que, en el contexto de la crisis sanitaria, la defensa por el mantenimiento de los servicios públicos esenciales para la vida «se tornó una tarea aún más difícil, en una coyuntura de ataques a la democracia, con el avance del fascismo, el racismo institucional y estructural cada vez más evidentes, y el fortalecimiento del poder de las grandes empresas sobre los territorios».
Mientras tanto, medios hegemónicos y portales de noticias nucleados en la Red Globo publicitan donaciones de empresas (como las productoras de papel y celulosa: Suzano, CMPC y Veracel/Stora Enso) para enfrentar la COVID-19.
En la carta firmada por Amigos de la Tierra Brasil recordaron que estas empresas transnacionales suelen tener su casa matriz en algún país del Norte global, mientras instalan filiales y explotan mano de obra barata en países del Sur global, como Brasil.
La campaña transmitida por televisión se llama «Solidaridad S.A.». Participó, entre otras, la empresa de celulosa CMPC, que donó 70 millones de reales en la campaña: apenas un 7 por ciento de las ganancias líquidas que esta corporación obtuvo durante el año pasado.
Vale decir que las empresas que se presentan como “solidarias” ante esta crisis sanitaria han logrado renegociar sus deudas con el Estado brasilero desde el inicio de la pandemia, y obtener préstamos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, como la empresa Suzano (que ya recibió más de 6 mil millones en dinero público).
Esos fondos podrían destinarse a aumentar los montos y la cantidad de los auxilios de emergencia en poblaciones más vulneradas y desempleadas, sugieren las organizaciones sociales. Un auxilio que hoy apenas supera los 100 dólares por mes, y que podría reducirse a la mitad desde agosto.
Estas y otras denuncias están detalladas en la carta “La farsa de las donaciones de los sectores del monocultivo de árboles, el agronegocio, el petróleo y la minería en Brasil durante el combate del Covid-19 [1]”.
Mientras tanto, sin recibir la misma atención en la prensa masiva, los movimientos sociales y las ONGs brindan apoyo a las poblaciones más necesitadas, en zonas urbanas y rurales, mediante la donación de alimentos y artículos de limpieza, generando redes de solidaridad en todo el país.
Ante la dramática situación que están viviendo las comunidades más vulnerables afectadas por el nuevo coronavirus, exigimos a las autoridades de gobierno que asuman la responsabilidad de dar las condiciones dignas de vida y salud para los afectados por Covid-19. Y repudiamos a las empresas que continúan destruyendo a la naturaleza y a los pueblos, utilizando esta situación para hacer marketing “humanitario” con maquillaje verde, dijo Hanauer.
Entre las acciones de solidaridad, los trabajadores Sin Tierra y a los trabajadores petroleros se unieron para donar alimentos y gas de uso doméstico en Curitiba; el Movimiento de Afectados por las Represas de Brasil (MAB) propuso una serie de medidas para proteger la vida de los trabajadores y las trabajadoras de todo el país; y el Frente Quilombola movilizó aproximadamente 30 toneladas de alimentos, artículos de higiene y limpieza.
Para profundizar sobre estas acciones te invitamos a escuchar el episodio 05 del podcast Ecoando Resistências en este enlace [2].